Solo Marisela Gómez Cobos y Eduardo Almaguer “tendrían la facultad de generar la autorización”
Ella fue el conducto para entregar una carta del capo al exgobernador Aristóteles Sandoval, para que éste a su vez la enviara al entonces presidente Enrique Peña Nieto
Por Gloria Reza
(apro).– Luego de que Elizabeth Castro Cárdenas, actual directora operativa de la Industria Jalisciense de Rehabilitación Social, reveló que en 2013 fue el conducto para entregar una carta del capo Rafael Caro Quintero al exgobernador Aristóteles Sandoval, para que éste a su vez la enviara al entonces presidente Enrique Peña Nieto, personal de Puente Grande cuestiona cómo tuvo acceso al área donde estaba el narcotraficante.
Personal del reclusorio, del que por cuestiones de seguridad se omite su nombre, comentó a este medio que si Caro Quintero se encontraba en la zona restringida BIS 1, quién le autorizó ingresar a Castro.
“A esa área sólo la fiscal de Reinserción, Marisela Gómez Cobos, y el fiscal general Eduardo Almaguer tendrían la facultad y la potestad de generar la autorización”, aseveran.
Recuerdan que en ese tiempo, Castro laboraba en el Patronato de las Fiestas de Octubre, por lo que no era funcionaria en Puente Grande “para ingresar a esa área de seguridad”.
Cuestionan también cuál fue el beneficio que obtuvo y “lo más grave, es un posible engaño a las autoridades estatales actuales donde una persona que es mensajera de internos tenga una responsabilidad como directora operativa de la Industria Jalisciense de Reinserción Social, que se puede mover a sus anchas por todo el sistema penitenciario de Jalisco, llevando y transmitiendo mensajes”.
Ayer la funcionaria concedió una entrevista a Univisión, en la cual declaró que a principios de 2013, Rafael Caro hizo llegar una carta escrita de su puño y letra a Peña Nieto para que intercediera por su libertad, tras estar 28 años preso.
En la misiva que Castro recibió y entregó al exgobernador Sandoval, Caro expresó que sentía que había pagado por su delito.
La funcionaria expuso que Caro Quintero le dijo que no había participado en el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena.
Castro Cárdenas dijo que días después, Aristóteles le confirmó que la carta “ya estaba entregada”.
Refirió que a los seis meses de entregada la misiva a Peña Nieto, el capo recuperó su libertad.
Elizabeth Castro dijo que no recibió nada por ser la emisaria de ningún recluso.
En redes sociales, Castro presume tener una amistad con el actual gobernador Enrique Alfaro.