Hasta mil Pesos por Recorrido
Hay 8 Personas que no han Cedido a Cambiar a las Diligencias Eléctricas
Por Rafael Hernández Guízar

Quedan sólo 8 personas que no han cedido a cambiar las calandrias tradicionales jaladas por caballos por las diligencias eléctricas que otorgó un particular en comodato a través del ayuntamiento; los mismos turistas se han pronunciado en contra de que hayan quitado los caballos/Foto: Francisco Tapia
Subieron los precios de los recorridos en las calandrias de Guadalajara, ahora cobran hasta mil pesos por recorrido.
Quedan sólo 8 personas que no han cedido a cambiar las calandrias tradicionales jaladas por caballos por las diligencias eléctricas que otorgó un particular en comodato a través del ayuntamiento; los mismos turistas se han pronunciado en contra de que hayan quitado los caballos.
“Pues la gente sí dice ahora que quiere mejor los caballos, pero lo que nadie dice ni se da cuenta es que es sólo porque se quitaron, porque antes la misma gente aquí nos insultaba, nos decían incluso amarra a tu madre y cosas así, sin saber que ahí había un veterinario que diario revisaba a los caballos”, reconoció Mariano Jiménez, uno de los choferes de estos carruajes de alquiler.
“Ahorita se tienen estas calandrias eléctricas, son totalmente eléctricas, y tenemos el puerto de carga allá en la normal, son 55 estacionamientos con 55 puertos de carga para el mismo número de calandrias; yo prefiero este tipo (con caballo) porque es mejor”, agregó.
Los recorridos cuestan 500 pesos siendo este el más corto y va del centro de Guadalajara al templo Expiatorio; el siguiente es de 700 pesos y llega hasta la avenida Chapultepec, y finalmente, el recorrido largo, va hasta la glorieta de La Minerva, y tiene un precio de mil pesos, cada uno de estos no es por persona sino, por todos los que puedan subirse a la calandria.
Con anterioridad, los choferes de carruajes de alquiler fueron señalados en reiteradas ocasiones por las organizaciones protectoras de los derechos de los animales por darles supuestamente un maltrato, sin embargo, a decir del entrevistado, fue siempre sin argumentos, ya que no había explotación del animal, pues trabajaban ocho horas y descansaban un día o dos.
Sin embargo, las controversias provocaron que optaran por el cambio a los carruajes eléctricos que tienen forma ya no de calandria sino de las antiguas diligencias que recuerdan al oeste en Estados Unidos.