Cada ciudad latinoamericana y caribeña mantiene sus características únicas debido al entorno en el que se desarrollan; es por ello que se deben de plantear desafíos específicos para que cada una alcance el desarrollo para sus poblaciones según los retos que enfrenten.
Así lo plantearon participantes durante el panel “La nueva esencia del hábitat”, durante la segunda Cumbre Internacional de Hábitat de América Latina y el Caribe (CIHALC 2023), quienes coincidieron en que, a pesar de que cada ciudad enfrenta diferentes realidades, es necesario intercambiar experiencias para crear iniciativas en favor del desarrollo.
El Director del Museo de Ciencias Ambientales de la Universidad de Guadalajara (UdeG), doctor Eduardo Santana Castellón, sostuvo que las ciudades no son los espacios óptimos para el desarrollo de los humanos.
Consideró que debido a la naturaleza de las ciudades es necesario crear propuestas e iniciativas para poder enfrentar las realidades actuales y educar a las nuevas generaciones, en aras de crear un balance entre los núcleos urbanos y los entornos que las rodean.
“Consideramos que un aspecto fundamental es la educación para observar a la ciudad como sistema y cuidar la naturaleza que lo sustenta”, aseveró.
La Secretaria de Hábitat de la Alcaldía Mayor de Bogotá, Colombia, Nadya Rangel Sada, mencionó que aunque a nivel internacional se han planteado los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), éstos aún representan un reto lejano para las pequeñas poblaciones, por lo que exhortó a que las estrategias en la materia sean pensadas para lograr los objetivos alcanzables para cada ciudad.
Explicó que en Colombia existe desigualdad entre las poblaciones y no todas tienen acceso a servicios básicos; es por ello que deben de considerarse las necesidades de esos sectores rezagados para construir políticas públicas e infraestructura orientada al desarrollo social.
“Son importantes las gestiones, pero es necesario que se equilibre la cancha para eliminar las desigualdades. Debemos, justamente, abarcar estos temas con heterogeneidad y comprender que no se pueden acatar de manera única”, subrayó Rangel Sada.
La Ministra de Vivienda y Desarrollo Urbano del Gobierno de El Salvador, Michelle Sol, coincidió en que cada estrategia debe de considerar las características de las ciudades, y recalcó que para poder consolidar estos cambios también es necesario que exista la voluntad de los gobiernos para facilitar la aplicación de programas y proyectos.
En El Salvador se implementaron estrategias de vivienda para combatir las problemáticas de seguridad. Una de esas iniciativas fue la recuperación de espacios ocupados por la delincuencia para rehabilitarlos y entregarlos a ciudadanos con necesidad de vivienda, contó.
“Desde El Salvador fue necesaria la voluntad política para hacer cambios radicales. Sin seguridad es imposible un hábitat de paz y armonía, por más fondos que haya o programas que se lleven”, señaló.
Intercambiar experiencias
Para aplicar estas estrategias particulares el intercambio de experiencias e iniciativas es una herramienta para las ciudades, expresó el Jefe de la Unidad de Asentamientos Humanos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Diego Aulestia Valencia.
Mencionó que por medio de la CEPAL se crearon plataformas digitales de acceso abierto para que otros organismos puedan comparar y conocer las políticas públicas implementadas.
El Director Ejecutivo del World Resources Institute (WRI), Joseluis Samariego, recalcó que los indicadores que se obtienen con estos informes no sólo son útiles para documentar los avances, sino que pueden incidir en la toma de decisiones al momento de buscar alcanzar los ODS y otros retos de desarrollo.
Explicó que con esta información es posible conocer cuáles son los rubros a intervenir, pero también pueden ser utilizados para definir las estrategias específicas para cada ciudad y así alcanzar un equilibrio entre los distintos actores involucrados en el desarrollo y crecimiento de las ciudades y los núcleos poblacionales.