Piden cambiar políticas de atención, prevención y sanción
Por Elizabeth Ríos Chavarría
Ante la constante revictimización que viven mujeres que sufren acoso y hostigamiento laboral al interior del ayuntamiento, regidores de Morena en Guadalajara solicitaron cambiar las políticas municipales para atender, prevenir y sancionar la violencia en contra de las mujeres.
En rueda de prensa semanal, la regidora Candelaria Ochoa denunció el poco avance y la nula justicia que ha llegado hacia dos trabajadoras del ayuntamiento tapatío, a pesar de que ya alzaron la voz por el hostigamiento del que han sido víctimas.
Recordó el caso de una trabajadora del área de la dirección de Servicios Públicos Municipales, que denunciaron desde el año pasado, la cual fue víctima de acoso sexual; a este se le sumó otro caso más, añadió, pero de una policía que desde hace varios meses ha sufrido hostigamiento laboral.
En este sentido, y presente con regidores, la policía Aydeé Fabiola Padilla denunció que desde hace al menos seis meses es víctima de hostigamiento por parte de la comandante responsable del área de la Policía Escolar. Añadió que desde que llegó la encargada ella y la mayoría de sus compañeros se han enfrentado a cambios de horario o de área en las jornadas laborales de manera arbitraria.
“En esta área más del 80 por ciento estamos siendo violentados por una mujer comandante, porque dice que está protegida por gente más arriba. Ahora acudo a los regidores para ser escuchada, sé que me estoy exponiendo, pero las mujeres tenemos que romper el silencio y quejarnos sin miedo ante este tipo de situaciones”.
Añadió que ya presentó algunas denuncias en instancias internas que no han prosperado, por lo que señaló que recurrirá a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ) a fin de exponer su caso.
En torno al caso ya denunciado el año pasado, la regidora morenista mencionó que la trabajadora ha recibido diversas amenazas de muerte e incluso su agresor ya la denunció por presunto acoso. Esto ha llevado a que la quieran obligar a pararse frente a su amedrentador para “conciliar” o negociar a cambio de retirar las denuncias que ya ha interpuesto.
“En este caso se muestran las desigualdades en la procuración de justicia, porque la persona que la citó en la fiscalía no solamente la está violentando, sino que está revictimizándola, y es que los procedimientos y protocolos que tienen a su cargo no los llevan a cabo y siguen poniendo a las mujeres en riesgo”.