Y de Pablo Lemus, por violencia en Jalisco y GDL

Por Arturo Rodríguez García

Fotografía relevante a la nota.

Asociaciones de mexicanos migrantes en Estados Unidos enviaron una misiva al presidente López Obrador donde expresan su preocupación por los acontecimientos violentos en vías públicas y lugares de convivencia, donde lo que prevalece, señalaron, es la ausencia de autoridades. Por esta “probada incapacidad”, piden al Ejecutivo federal que busque las vías para revocar el mandato a Enrique Alfaro y a Pablo Lemus/Foto: Cortesía

Octubre 31, Ciudad de México (apro).– El desborda­miento de la violencia en Ja­lisco motivó a que asociacio­nes de mexicanos migrantes en Estados Unidos se sumen a la exigencia de renuncia del gobernador Enrique Alfaro, así como del alcalde de Gua­dalajara, Pablo Lemus.

Se trata del Movimien­to Migrante, es decir, de los mexicanos establecidos en California y del Consejo de Federaciones de Migrantes de Jalisco, que el 23 de octubre pasado enviaron una misiva al presidente Andrés Manuel López Obrador para expresar su preocupación por los acon­tecimientos violentos en vías públicas y lugares de convi­vencia, donde lo que prevale­ce, señalaron, es la ausencia de autoridades.

“Por las reiteradas de­mostraciones de incapacidad, descaro e incluso probable complicidad ante la oleada de violencia en Jalisco”, es que las mencionadas organiza­ciones pidieron al presidente López Obrador que, median­te vías legales, le revoque el cargo a Enrique Alfaro, y a Pablo Lemus, quienes, acu­san, han abandonado sus res­ponsabilidades.

La violencia en Jalisco se refleja en los datos del Secre­tariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Públi­ca (SESNSP). Durante 2022 se han registrado a escala na­cional 20 mil 722 homicidios, pero la mayoría se concentran en 50 municipios del país, considerados como priorita­rios, entre ellos seis del estado gobernado por el emecista Enrique Alfaro: Tlaquepaque, Tlajomulco, Guadalajara, Zapopan, Tonalá y Lagos de Moreno.

Entre enero y agosto el estado tuvo una tasa de 16.27 homicidios por cada 100 mil habitantes, según datos del Secretariado Ejecutivo. Si se evalúa sólo el informe de sep­tiembre, Jalisco es el quinto lugar en números absolutos, al registrar 172 homicidios.

Desapariciones

En tanto, Jalisco es la en­tidad con el mayor registro de desapariciones en números absolutos, con más de 15 mil personas. Atrás están Tamauli­pas con 12 mil y el Estado de México con 11 mil, de acuerdo a los datos del Registro Nacio­nal de Personas Desaparecidas y No Localizadas.

La violencia en esa enti­dad ha sido objeto de amplia polémica. En días pasados el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, aseguró que, cuando la oposición acu­sa la existencia de “baños de sangre” en el país, lo primero que se le viene a la mente son los estados de Guanajuato y Jalisco, hoy gobernados por el Partido Acción Nacional y Movimiento Ciudadano, res­pectivamente.

Durante una reunión con diputados en la Ciudad de México le preguntaron: “Cuando se manejan estos términos de baños de sangre, ¿qué es lo primero que se le viene a la mente?”. A lo que respondió: “Pues Guanajua­to, Jalisco, Michoacán, que están muy convertidos en pa­raísos de la incidencia delic­tiva y nuestro compromiso es que esto no siga sucediendo y ayudar a los gobiernos de esos estados”.

Uno de los episodios re­cientes de la ola de violencia que se vive en la entidad fue la balacera ocurrida el 21 de octubre en el restaurante So­nora Grill, de la colonia Lo­mas Providencia, en Guada­lajara, que dejó como saldo cuatro heridos y tres muertos, entre ellas Salvador Llamas Urbina, funcionario munici­pal de Puerto Vallarta y con­sejero nacional de Morena, así como Fernando Muñoz Ortega, excapitán y excomi­sario de Puerto Vallarta.

El episodio es referido por las organizaciones migrantes, en relación a que la secuen­cia de hechos, compartida por usuarios de redes sociales, se puede ver cómo una patrulla de la Policía de Guadalajara está parada frente al restau­rante al momento en que ini­cian las detonaciones de arma de fuego y el policía que con­ducía la unidad oficial de in­mediato acelera la marcha y se retira, lo que ha causado indignación.

De acuerdo con el Movi­miento Migrante, este hecho expone con contundencia las omisiones de la autoridad, pues en los videos que circu­lan se puede observar que la Policía de Guadalajara huye en el momento de los hechos en lugar de hacer frente a la emergencia, de ahí que en la misiva consideren que los gobiernos estatal y municipal abandonan sus funciones y llamen a su remoción.