Los ofertan baratos en internet, con “responsiva”
Por Rafael Hernández Guízar
Tenga usted mucho cuidado si está a punto de adquirir un vehículo, podría ser víctima de fraude y usted no saberlo, más adelante podría enfrentar serios problemas.
Y es que con la llegada de tiendas virtuales que no están reguladas, tales como el Marketplace de la red social Facebook, es muy común que se vendan carros, camionetas y hasta motocicletas de los que se señala que no cuentan con los papeles, pero que les firman una responsiva, algo que es a todas luces un posible fraude.
En muchos de los casos, dichos vehículos no están a nombre de las personas que los venden, por lo que son incapaces de transferir jurídicamente la propiedad, por lo cual estarían cometiendo el delito de fraude, aun cuando el trato se haga de buena fe. Así le sucedió a la señora Olivia Ramírez, quien compró un carro y resultó ser todo un problema.
“Muchos problemas, mire, lo que pasa es que yo vi un carro que me gustó mucho, mi hijo había comprado un carro también en el Facebook y me pareció buena idea porque lo agarró más barato, y yo empecé a buscar y me dijo mi hija que había visto una buena oportunidad un Jetta que estaba como 30 mil pesos más barato, que porque no tenían la factura porque se había extraviado, pero que nos firmaban una responsiva, nos dijo que estaban las placas a su nombre y nosotros pues confiamos, pero resultó que no era así, y que no nos sirvió de nada la mentada responsiva, porque las placas están dadas de baja, y pues se perdió el dinero, y yo pues me quedé con un carro del que ni tengo papeles ni tengo manera de poder sacarlo a transitar porque me di cuenta de que las placas estaban dadas de baja y que me lo podían quitar los de vialidad si me agarraban y pues si se llevan, no lo voy a poder sacar”, indicó.
El error de esta mujer fue hacer un trato por un vehículo del que no había constancia de que el que se lo vendía era el propietario. Según el artículo 250 del Código Penal para el Estado de Jalisco, comete el delito de fraude aquel que: “Engañando a alguno, o aprovechándose del error del que este se hallare se haga ilícitamente de una cosa o alcance un lucro o beneficio indebido para sí o para otro”.
Lo anterior se traduce en lo siguiente: Una promesa imposible de cumplir de la que proviene un lucro en perjuicio de otro, es decir, aquel que pone a la venta un vehículo por ejemplo que no es de su propiedad -–aún cuando sea el posesionario– y firma una responsiva a falta de un justo título –una factura o título de propiedad– y recibe un pago por ello.
Para evitar una situación como la antes mencionada, debe usted de prestar especial atención a que la persona que le venda el automóvil, sea el propietario, y/o cuente con la factura que le acredite los derechos sobre dicho bien.