Prometió evitar inundaciones en colonia Ferrocarril; nada pasó: Vecina
En esta comunidad de Guadalajara tienen una sola boca de tormenta para 10 cuadras
Por Rafael Hernández Guízar
Una promesa incumplida del presidente municipal Pablo Lemus Navarro dejó bajo el agua los bienes de una mujer en la colonia El Ferrocarril.
Cada año se les inunda su casa y llega a subir el agua más de un metro de altura, es el caso de la señora Virginia Nerey, quien vive en la calle 11 al cruce con la calle 6 de la colonia El Ferrocarril, de esta ciudad capital, y quien recibió la promesa en persona de Pablo Lemus Navarro cuando era candidato a la presidencia municipal, según esta afligida mujer, el hoy alcalde le dijo que evitaría las inundaciones y que le ayudarían a recobrar algo de lo que ha perdido históricamente, así como apoyos para su niño que tiene parálisis cerebral, pero hasta el momento nada le han cumplido.
“Sí siguen las inundaciones. Nosotros tenemos que arreglar y no tenemos dinero, y mire, hasta en la cocina se me hizo un socavón, nosotros pues tuvimos una ayuda hace años del ayuntamiento pero no ajusto, y esto es cosa de todos los años”, dijo molesta la entrevistada.
Y agregó: “Mire, le voy a decir, se satura el drenaje porque baja mucha agua; con todo y eso, se abren las puertas del Deán, y pues la gente de todos modos sigue tirando basura en las calles y por eso se tapan, pero más allá de eso, nada más hay una boca de tormenta para 10 cuadras, pues claro que no ajusta ni es suficiente. Luego a mí me prometió el presidente Pablo Lemus que nos iban a ayudar, pero no nos ha ayudado; yo cuando él vino le pedí que me ayudara porque tengo un hijo con discapacidad, él vino aquí cuando andaba en eso de los partidos que quería ser presidente municipal y pues no he visto respuestas, me dio unos números de teléfono pero no me contestan, mi hijo tiene parálisis cerebral y yo soy madre soltera de dos niños, y pues no tengo para poder ayudar a mi hijo”, sentenció.
Su situación es bastante compleja, no sólo porque es madre soltera y el trabajo es muy escaso; además, atender a su hijo es bastante caro porque requiere de terapias y atenciones especiales que no puede costear y que pensaba que al fin serían cubiertas con la promesa que se le hizo por el hoy alcalde.
Pero a su dura situación se agrega que año tras año, las inclemencias del tiempo le cobran la factura pues su colonia “se vuelve una laguna” –en sentido figurado– ya que las inundaciones son enormes con la más mínima lluvia, el agua sube más de un metro y no sólo es el agua que llega de la calle la que les afecta, sino la que sale del drenaje, desde ahí se inunda su vivienda.
“Mire, pues nosotros ponemos en la puerta una lámina para que no se pase el agua, y le ponemos plastilina y otras cosas para que selle, pero no es suficiente, y si no brinca por aquí se mete por el drenaje, y pues qué le puedo decir, a lo menos (sic) a mí no me ha cumplido el señor Lemus, y yo la verdad ya no sé qué hacer”.
Cansada de vivir con tantos problemas, esta desesperada mujer hizo un llamado a su presidente municipal, al que pidió que recuerde la promesa que le hiciera de forma voluntaria cuando buscaba el apoyo de la ciudadanía durante su campaña con rumbo a la alcaldía de Guadalajara.