Falta de vigilancia generó que lo ocuparan delincuentes y vagabundos: Vecinos

El sitio también se mantiene como foco de prostitución, todo debido al escaso interés del ayuntamiento tapatío por recuperar el lugar

Por Rafael Hernández Guízar

Ciudadanos denunciaron de nueva cuenta las pésimas condiciones del Parque Mo­relos de Guadalajara.

Cuando cae la noche, el parque se convierte en un nido de rateros e indigentes, por ello la ciudadanía prefiere evi­tarlo, así lo denunció una de las vecinas entrevistadas por este reportero, quien además resaltó que persiste la delin­cuencia y prostitución al inte­rior del sitio que una vez fue un espacio para la familia.

“Está muy bien oscuro, nada más hay lámparas en lo que es alrededor del parque pero aden­tro no, está totalmente oscuras y da miedo pasar, la verdad es que yo ni loca paso en la noche por el parque, prefiero rodearle (…) la policía no pasa, o sea en la parte de atrás del parque sí se ven, pero porque ahí se vienen y se estacionan, pero dentro del parque no hay seguridad, no anda la policía rondando al parque”, lamentó una de las ve­cinas.

Y es que además de una gran cantidad de rateros e indigentes, el Parque Morelos de Guadala­jara es también la zona de ope­ración para decenas y decenas de prostitutas que ofrecen sus servicios al interior de este lu­gar, por lo cual es común que a una mujer que aunque no tenga nada que ver con esto, le hagan proposiciones los clientes de las prostitutas para tener relaciones con ellas.

“Pues eso también que ya no se puede ni pasar a veces porque si se sienta uno en una banca adentro del parque, no falta el que llega y te dice que cuánto, y pues eso es acoso, no está bien como le digo, no es cómodo porque es muy feo, no es un parque de fiar y menos para traer a los niños, a cierta hora no se puede andar con los niños porque es puro marigua­no y delincuente, imagínese que esté uno con los niños y que lleguen y le digan que si está uno en servicio, no es un parque familiar, y antes sí, an­tes hasta los muchachos venían solos y ahora pues no”.

Los robos son cosa de todos los días en los alrededores de este parque, por ello, la molesta mujer hizo un llamado a su al­calde Pablo Lemus a quien in­vitó a que haga algo en verdad por el entorno, y no como sus antecesores quienes únicamen­te han justificado gastos para hacer “remodelaciones” dentro del parque, pero además, pidió especialmente que sean removi­dos los indigentes y las prostitu­tas de este sitio para que retor­ne el ambiente familiar.