El gobierno de Enrique Alfaro no reconoce la crisis en que está sumido Jalisco: Investigadores

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Miembros del Comité Universitario de Análisis en materia de Desaparición de Personas del CUCSH-UdeG criticaron que el “Plan de reforzamiento de la estrategia estatal de búsqueda 2022-2024” lanzado por Enrique Alfaro llega tarde, deja al margen a las familias y a activistas, y apuesta por la burocracia en lugar de por políticas incluyentes para la localización de desaparecidos/Foto: Cortesía

“Decir que la disminución de casos se debe ‘al trabajo realizado’ no es creíble. Hacen falta análisis de contexto que expliquen las causas que estarían ocasionando ese descenso”, si es que está ocurriendo, explicó la maestra Denisse Ayala

El Comité Universitario de Análisis en materia de Desaparición de Personas del Centro Universitario de Cien­cias Sociales y Humanidades (CUCSH) consideró que el “Plan de reforzamiento de la estrategia estatal de búsqueda 2022-2024” llega tarde, deja al margen a las familias y apuesta por la burocracia en la búsqueda de decenas de miles personas desaparecidas.

De acuerdo con la inte­grante del comité, maestra Denisse Ayala Hernández, el plan del gobierno estatal llega a destiempo, con el problema ya agravado y todavía res­ponsabiliza a administracio­nes anteriores.

“Tampoco tiene justifica­ción que aún no se completen acciones básicas que debie­ron realizarse en los primeros meses, como disponer de un registro confiable de casos, aumentar presupuestos y crear los mecanismos de co­ordinación”, declaró.

Sobre el número de casos, el coordinador del comité, doctor Jorge Ramírez Plas­cencia, explicó que el pasa­do 25 de marzo el Registro Nacional de Personas Des­aparecidas y No Localizadas (RNPDNO) reportó 16 mil 222 casos, cifra que se ajustó por razones no aclaradas para quedar en 14 mil 915 repor­tes, situación que consideró inadmisible.

“Siguen teniendo proble­mas con las cifras, esto es in­creíble, que sigamos sin saber cuál es el número más aproxi­mado de casos”, lamentó.

El lanzamiento del plan dejó al margen a los fami­liares de las víctimas de des­aparición y activistas, y a su derecho a la participación en el diseño de las políticas en la materia y que contribuye al éxito de localización.

“Profundiza el desencuen­tro que ha existido con la comunidad de afectados por este delito, a la que se le ha tendido a ignorar, marginar o amenazar por sus reclamos”, destacó la académica Ayala Hernández.

La reducción en el núme­ro de denuncias de desapari­ción de 39 por ciento de abril de 2019 a abril de 2022 no resulta confiable, sin atender a factores como la variación mensual, la disuasión de los grupos criminales para pre­sentar denuncias o el subre­gistro por amenazas o temor a represalias.

“Decir que la disminución de casos se debe ‘al trabajo realizado’ no es creíble. Ha­cen falta análisis de contexto que expliquen las causas que estarían ocasionando ese des­censo, en caso de estar ocu­rriendo”, enfatizó.

Uno de los aspectos del Plan estatal de búsqueda se centra en la creación de fi­guras que abonan a la buro­cratización, como el Centro de Atención Psicosocial y de un Área de Prevención de Desapariciones, este últi­mo propuesto sin entender la responsabilidad del gobier­no, que ha sido incapaz de garantizar entornos seguros, en paz y donde impere la jus­ticia. “No porque esas perso­nas no adopten medidas indi­viduales de prevención y el gobierno crea necesario que las conozcan y las sigan”, de­nunció Ayala Hernández.

La vocera del comité, doctora Carmen Chinas Sala­zar, dijo que el Estado arras­tra una crisis forense con los tráileres con cuerpos de per­sonas que deambularon por la ciudad y que se suma a la crisis generalizada de segu­ridad que no reconoce el go­bierno.

Impera “la falta de volun­tad política de reconocer que Jalisco vive en un entorno de inseguridad generalizada y que las desapariciones se refuerzan por esta situación de inseguridad, violencia, impunidad y la poca judi­cialización de los delitos de desaparición forzada y des­aparición cometida por par­ticulares”.

Precisó que a la proble­mática se suma la corrup­ción de las policías a través de la infiltración del crimen organizado y la baja judicia­lización en los casos de des­aparición forzada, lo que se refleja en pocas sentencias.

Ayala Hernández dijo que el anuncio del gobierno esta­tal fue un acto mediático con fines publicitarios, basado en datos dudosos y propuestas cuestionables.

“Fue un acto propagan­dístico, más interesado en convencer a toda costa que todo se ha hecho bien y que sólo se necesita reforzar, que un ejercicio de rendición de cuentas, de examen autocríti­co y de comunicación de una estrategia bien meditada”, sentenció Chinas Salazar.

El coordinador del comité dijo que no esperan que las observaciones críticas sobre el plan sean atendidas por el gobierno, pero sí que rectifi­que su actitud y escuche las voces de los colectivos de familiares de personas des­aparecidas que quedaron al margen.