Ojalá se mantenga hasta que modifiquen la construcción: Vecinos
La exigencia es que los trabajos se realicen al menos a 15 metros del muro del vaso regulador, para evitar inundaciones y riesgos para los habitantes y para quienes vivirán en el edificio
Por Rafael Hernández Guízar
Vecinos de la Colonia Lagos del Country en Guadalajara, aplaudieron la clausura de una torre de nueve pisos de departamentos que se construye a un lado de la presa de Zoquipan.
En los límites entre Guadalajara y Zapopan, esta obra que por años se ha debatido entre las clausuras y los trabajos, nuevamente fue clausurada y esperan los vecinos que en esta ocasión sea hasta que se logre una alternativa viable que evite los riesgos de inundaciones que se obtienen, ya que la obra está justo a menos de un metro de la cortina de la presa, incluso esto ha debilitado la obra misma que sirve de vaso regulador natural.
Fue hace unos días cuando personal del ayuntamiento de Guadalajara acudió para realizar la clausura de la obra, y los vecinos esperan que en esta ocasión, a diferencia de la anterior administración, no se realicen trabajos hasta que se cumpla con lo ordenado para dejar 15 metros de separación entre la cortina de la presa y cualquier otra construcción, que en este caso, es una finca particular.
Tras platicar con algunos de los vecinos de la colonia, se llegó al consenso entre todos de solicitar el apoyo irrestricto por parte del ayuntamiento a cargo de Pablo Lemus Navarro, para que sea el alcalde tapatío quien marque la diferencia, y continúe del lado de los vecinos quienes se dijeron hartos de las corruptelas que han imperado en este tipo de proyectos, que no garantizan la seguridad del patrimonio de los colonos así como su tranquilidad.
Al dar un recorrido por la zona en cuestión, nosotros mismos fuimos testigos de como están escarbando los constructores justo en los límites de la cortina de la presa.
De acuerdo con arquitectos e ingenieros civiles que son vecinos de lagos del country, se debe respetar lo indicado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) así como por la misma Comisión Nacional del Agua (Conagua), esto es dejar los 15 metros para poder realizar maniobras en caso de que haya inundaciones en la temporada de lluvias y también los incendios en la temporada de estiaje.
Las licencias por cierto fueron entregadas a los desarrolladores durante la administración de Enrique Alfaro Ramírez cuando esté fue presidente municipal de Guadalajara, pese a que no cumplían con los requerimientos técnicos por las instituciones federales; es más, ni siquiera por el mismo ayuntamiento tapatío.
Cabe resaltar que en aquel momento se prometió que habría las adecuaciones necesarias para evitar que el agua de lluvia corrieran a ras de suelo causando inundaciones, pero también, para respetar la distancia referida con antelación. No se cumplió.
Y aunque la presa al momento ya no está en uso como tal, sirve como un vaso regulador natural para que el agua de lluvia pueda infiltrarse y evitar así inundaciones mayores.
Por cierto que esta presa es considerada de valor histórico y patrimonial para la ciudad de Guadalajara, pues su construcción data de los años 1800.