No pueden trabajar porque no tienen RFC, explica el padre Alberto Ruiz

Por Elizabeth Ríos Chavarría

Fotografía relevante a la nota.

Pese a que se han presentado oportunidades para que migrantes laboren en algunas empresas, el padre Alberto Ruiz, encargado del albergue Casa del Migrante El Refugio, señaló que por la carencia de documentos para acceder a prestaciones de ley muchos terminan en mercados municipales, en los rubros de la construcción o jardinería/Foto: Elizabeth Ríos Chavarría

Por faltas de citas en el SAT para tramitar su RFC, migrantes que llegan a la ciu­dad no pueden acomodarse en trabajos formales, lamentó el director del albergue Casa del Migrante El Refugio, Alberto Ruiz Pérez.

Luego de llevar a cabo una misa para conmemorar la Jornada del Migrante y el Re­fugiado, el también párroco de la zona refirió que debido a la pandemia los trámites en hacienda han sido imposi­bles, por lo que lo migrantes a los que ayudan sólo pueden acceder a trabajos en la infor­malidad por el momento.

“Ahorita los trabajos de ellos son de manera un tan­to irregular porque no tienen el RFC, no hay citas en Ha­cienda y es muy complicado. Quieren que se les consiga un trabajo conforme a la ley, pero no nos dan los medios para lograrlo, por más que so­licitamos, llamamos, no hay citas, entonces, siguen traba­jando de forma un tanto irre­gular o informal”.

Pese a que luego se han presentado oportunidades para que migrantes laboren en algunas empresas, el padre sí manifestó que por la carencia de documentos para acceder a prestaciones de ley es que terminan en mercados mu­nicipales, en los rubros de la construcción o jardinería, en fábricas de juguetes o hasta en la sierra, en temporada na­videña, para traer árboles de Navidad.

“Nos han hablado de em­presas, de hoteles que quie­ren apoyar, que se dan cuenta que está aquí el albergue, y entonces el problema es que ellos tienen que emplearlos conforme a derecho, y al no tener su RFC o CURP pues se complica”.

Refirió que son poco más de 50 personas las que en la actualidad están a la espera de una cita para poder tramitar este documento, sin mucho que puedan hacer para ayu­darles, pues incluso con auto­ridades estatales no ha habido un acercamiento del todo para que les ayuden con esto de ser posible.

“En las administraciones pasadas había un poquito más de atención, incluso la oficina que había la desaparecieron, le cambiaron el nombre, y eso nos ha complicado. Es­peramos ahorita buscar nue­vamente, a ver si por medio de ellos lográramos algo, que lo dudo mucho, pero no hay peor lucha que la que no se hace”.

Este albergue cumplió una década de ayudar a migrantes de otros países, y aunque tie­ne capacidad de atención para 120 personas, en la actuali­dad, por el tema de la pande­mia, atienden a 60 solamente.

Con respecto al proceso de ayuda, añadió Ruiz Pérez, una vez que aceptan al refu­giado le dan un mes a fin de que piense qué quiere hacer de su situación, para después apoyarlos con el abogado que les ayudará a tramitar su visa por razones humanitarias. Durante el año pasado, expre­só, 60 personas lograron esto, están en trámite 20 y esperan otras 20 más.