Además, las banquetas están para llorar: Tapatíos
Por Rafael Hernández Guízar
“Es triste, una pena que esté así, que ni los del ayuntamiento y peor, que ni los que viven por aquí o que tienen negocio limpian, debería de ver como se pone los lunes, cuando ya pasó toda la semana y que la gente deja la basura en las esquinas”, lamentó uno de los ciudadanos de la zona/Fotos: Francisco Tapia
Llenas de basura y desperdicios, hojas secas y hasta llantas, se encuentran varias cuadras de la avenida Javier Mina, desde la calle 38 hasta la avenida Belisario Domínguez, al oriente de Guadalajara.
Tras recibir una denuncia ciudadana en nuestra redacción, acudimos a realizar un recorrido por la zona en cuestión donde constatamos las malas condiciones de las banquetas y la gran cantidad de basura que se tiene por doquier, que ni el ayuntamiento ni los mismos vecinos se encargan de limpiar.
“Es una inmundicia es triste, una pena que esté así, que ni los del ayuntamiento y peor, que ni los que viven por aquí o que tienen negocio limpian, debería de ver como se pone los lunes, cuando ya pasó toda la semana y que la gente deja la basura en las esquinas, esa maldita costumbre que tienen las personas de dejarla basura en la calle, cuando deberían de tenerla dentro de sus casas porque luego pasan los perros callejeros que a cómo abundan por aquí, y abren las bolsas y es un regadero de basura que Dios de mí vida, y lo peor como digo, que nunca barren, es una inmundicia de verdad”, dijo Rosendo Gar4cía, uno de los vecinos de las calles aledañas a la zona en cuestión.
Y es que el servicio de recolección de basura es sumamente deficiente, a esto, se agrega las malas prácticas no sólo de vecinos y comerciantes sino de personas que pasan por la avenida y que tiran al paso, desde botellas, hasta bolsas con desperdicios.
Hay hojarasca por doquier, ya que ni eso levantan los mismos vecinos de esta importante avenida en esta ciudad capital.
Trasciende también las malas condiciones de las banquetas.
Están levantadas muchas de estas por las raíces que han crecido de forma sorprendente, al grado de que muchas de las fincas han tenido daño en su estructura.
Y es que también el hecho de que los daños en la banqueta estén cubiertos con hojarasca, hace que los accidentes sean constantes, caías que ocasionan severas lesiones a las personas.