Escala pleito por uso de oficinas
Por Elizabeth Ríos Chavarría
Tal cual ya lo había advertido Pablo Lemus hace días, el DIF Guadalajara presentó una denuncia penal por despojo en contra de Martha Elia Naranjo Sánchez, titular del Sindicato Democrático de los Sistemas DIF (SideDIF), por no desalojar las instalaciones del Centro de la Amistad.
A decir de la titular del DIF Guadalajara, Diana Vargas Salomón, se notificó con tiempo al sindicato para desalojar el inmueble que ocupan de manera ilegal, y aunque se les proporcionaron un par de alternativas para mudar sus oficinas se negaron a salir.
“Estoy interponiendo una denuncia por despojo en contra de Martha Elia Naranjo Sánchez, quien está ocupando oficinas en el Sistema DIF Guadalajara. Todavía están ahí, se había dado un plazo de 24 horas adicionales de buena voluntad y no han sido entregadas las oficinas”.
También, señaló que presentará otra denuncia en contra de la lideresa sindical por amenazas, y una más, en la Fiscalía Anticorrupción, pero por el tema de aviadores, ya que con la llegada de la nueva administración se han detectado más de 100 de estas personas que cobran nómina en el ayuntamiento pero en realidad trabajan para el sindicato.
Cabe recordar que a inicios de semana el alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus Navarro, manifestó que se notificaría al sindicato para desalojar las instalaciones, por ocuparlas de manera ilegal. Pese a que el ayuntamiento les dio 48 horas para salirse, al final les dieron un día más, tras una reunión en donde ofrecieron al SideDIF un espacio ya sea en La Federacha o La Loma.
En su momento Lemus Navarro expresó que de manera inicial el sindicato había aceptado salirse, sin embargo, tras una asamblea finalmente el SideDIF informó que no se irían al justificar que llevan en el lugar desde el 2004, por lo que advirtieron que pelearán su permanencia con amparos en la justicia federal
No obstante, y a decir del propio Lemus Navarro, no existe justificación jurídica para que el sindicato permanezca en las instalaciones, más cuando se trata de salones de clases para pequeños que, una vez que el sindicato se salga, acondicionarán nuevamente para el servicio pero de la ciudadanía.
“Esas oficinas son propiedad del municipio de Guadalajara, son salones de clases de niñas y niños, no existe contrato, comodato, ni ningún instrumento jurídico para que el sindicato se haya apropiado”