Ponche, Romeritos, Bacalao, Ravioles…

Por Adrián Montiel González

Imagen relativa a la nota.

En esta temporada hay una gama de propuestas, muy elaboradas o sencillas, pero todas con ingredientes tradicionales que dan sabor y son accesibles en esta época/Fotos: Cortesía

La riqueza de la gastronomía mexicana se re􀃁eja en cada efeméride y temporada, y la época navideña no es la excepción: muchos ingredientes llegan a las mesas dándole diversidad, sabor y color; son accesibles, sustentables y arraigados con la tradición.

La responsable de la Cafetería central del Centro Universitario de Tlaquepaque (CUTlaquepaque), Sonia Montero Villanueva, explicó que durante las 􀃀estas de 􀃀n de año las opciones se multiplican con cenas con platillos formales y tradicionales, donde el uso de ingredientes de temporada es clave para platillos emblemáticos.

Tras la temporada más productiva del año y con la llegada de la época invernal las manzanas, guayabas y cítricos contribuyen con sabor para disfrutar las 􀃀estas, además de que previenen enfermedades. Una de las bebidas emblemáticas es el ponche, con frutas y productos de temporada.

“En estas fechas se recomienda el ponche, una bebida de la que hay gran variedad: unos, con base en la jamaica, otros con tamarindo, guayaba, caña de azúcar y tejocotes, que también son de temporada. El ponche, además de ser de temporada, es necesario en época de frío”, dijo Montero Villanueva. El ejemplo más emblemático son los romeritos. Aunque son típicos de la Ciudad de México, también aparecen en los mercados y supermercados de Guadalajara.

“Los romeritos preparados los venden caros, por el trabajo que lleva su preparación. Pero si te lo propones hacerlo desde cero, no es tan costoso. En Guadalajara no se conocían tanto los romeritos, pero ya son una opción conocida para esta temporada”, dijo.

Los romeritos se complementan con mole y tortitas de camarón. Entre las opciones más tradicionales, elaboradas, aunque más costosas, está el bacalao.

“Es un platillo de origen español que las abuelas lo hacían delicioso, pero también es muy complicado de elaborar: desalar, desmenuzar, quitarle espinas y después cocinarlo con mucho aceite de oliva, jitomate, chile güero, almendra, aceituna y alcaparras. Y un vino blanco para acompañar”, relató.

Se suman también otras recetas internacionales como los ravioles en salsa de trufa o la pierna en salsa de ciruela, un platillo distinto pero formal para una cena familiar. Además, no son raras las cenas con pozole, pierna al horno o el lomo relleno son opciones accesibles y tradicionales, cuyos ingredientes siempre son accesibles.

Hay acompañamientos de fácil preparación, en los casos de la pierna y el lomo, como los espaguetis blancos, el poblano con chile o el rojo. El pavo o el guajolote sigue siendo una de las opciones más recurridas en esta época.

“Ojalá pudiéramos tener más acceso al pavo para comer en ese día porque, además de ser delicioso, puede tener un relleno a la mantequilla; mucha gente lo inyecta con vino blanco, le pone especias, usa mucho el romero, el tomillo, tantas hierbas aromáticas que le dan un magní􀃀co sabor, la pimienta, la sal, no se diga la paprika para darle color”, describió.

También la época da lugar a la elaboración de buñuelos, flanes o el tradicional dulce de calabaza en tacha, un postre que se hace a cocción lenta con piloncillo y se toma con leche. Incluso, para la decoración, la cereza, que es muy navideña.

Para Montero Villanueva las fiestas decembrinas son, además de una época de degustación especial, el momento de re􀃁ejar lo que somos a través de lo que comemos.

“Tienen una especial carga simbólica que se refleja en la comida en estas fechas; además de la generosidad, unidad y tradición, para mí eso es bien importante, tanto como proyectar la identidad cultural para que el mundo vea toda nuestra gastronomía y las 􀃀estas y las reuniones.

Eso es muy especial”, concluyó.