Exigen a Autoridades Dejar de Poner Etiquetas al Caso
El Comité Universitario de Análisis Sobre Desaparición de Personas de la UdeG Destaca que el Caso “es hoy un Símbolo de Horror, Derrota Institucional y Colapso Moral, Pero Nada Impide que se Convierta en Emblema de un Nuevo Comienzo”
Por Rafael Hernández Guízar

“Teuchitlán fue al mismo tiempo, un centro de privación de la libertad, de trata de personas, de tortura, de esclavitud, de asesinato brutal, de agresiones y humillaciones, de inhumación clandestina, de destrucción sistemática de restos humanos, de daño a la salud mental, y de probables violaciones y abusos sexuales”, señala el Comité/Foto: Cuartoscuro
Las autoridades “tienen la obligación de hacer de Teuchitlán un parteaguas de nuestra historia violenta”. Lo anterior, ante la “imperiosa necesidad de frenar ya una violencia que está destruyendo nuestra convivencia y por las obligaciones que tenemos hacia las próximas generaciones”, destacó en su informe sobre el caso del Rancho Izaguirre, el Comité Universitario de Análisis Sobre Desaparición de Personas, de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
El caso “es hoy un símbolo de horror, derrota institucional y colapso moral, pero nada impide que se convierta en emblema de un nuevo comienzo”.
Además exigen a las autoridades que dejen de jugar a poner etiquetas a la violencia que se ejerce contra la sociedad de Jalisco.
A través de un comunicado, señalaron que es indigno que entre el Estado y la Federación estén perdiendo tiempo en poner etiquetas al caso Teuchitlán, exigieron por ello, que se concentren en ver el problema de fondo: La Violencia a la que se sometieron las personas que estuvieron recluidas en ese sitio, así como la tortura, privación de la libertad y otros muchos delitos que se mezclan en torno a la delincuencia organizada.
“Se discute si se trata de un centro de adiestramiento criminal, de un centro de exterminio, o de ambos. Esta discusión no es adecuada porque oculta toda la violencia ejercida, sus diversas modalidades, y los procesos de victimización que generaron. Teuchitlán fue al mismo tiempo, un centro de privación de la libertad, de trata de personas, de tortura, de esclavitud, de asesinato brutal, de agresiones y humillaciones, de inhumación clandestina, de destrucción sistemática de restos humanos, de daño a la salud mental, y de probables violaciones y abusos sexuales. Exhortamos a las autoridades a que dejen de jugar con las etiquetas y se comprometan a investigar los delitos cometidos en ese lugar”, señala el documento.
Pero fueron más allá y exigieron también que dejen de cuantificar las tragedias por el número de víctimas, al tiempo que se investiguen a fondo los homicidios que se hayan cometido sin importar si fueron “unos cuantos” o una gran cantidad de ellos.
“Es perentorio que cese la normalización de la tragedia: Así se trate de unos cuentos, o de miles de homicidios, se debe actuar con la conciencia de que ninguno de ellos debía de ocurrir”.
Lamentaron también que el caso se haya convertido en motivo de golpeteo político entre el gobierno de Pablo Lemus Navarro y el gobierno de la república encabezado por Claudia Sheinbaum Pardo.
Finalmente, exigieron también que permitan que los grupos de búsqueda de personas desaparecidas puedan ser observadores de los procesos de investigación, esto, luego de que se haya prohibido a las madres buscadoras la posibilidad de que ingresen al Rancho Izaguirre; reclamaron igualmente, el pésimo trabajo que se ha realizado tanto por la Fiscalía General de la República, así como la Fiscalía del Estado para el resguardo de indecisos y la integración de la carpeta de investigación.