Por Monserrat Rodríguez León*
Han comenzado los festejos patrios y con ello se inaugura oficialmente la época de consumir los típicos antojitos mexicanos, para celebrar estas festividades entre amigos y familia. Estos platillos son parte de nuestra cultura alimentaria y nos identifican como mexicanos alrededor del mundo. La cocina de nuestro país ha sido distinguida por la UNESCO al declararla Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Además de ser deliciosos, nuestros platillos tienen una gran historia e importancia para cada región del país, sin embargo, no podemos dejar de lado su valor nutricional.
El maíz es un cereal y es la base de la alimentac
ón de los mexicanos y podemos encontrarlo en las tortillas, atole, chilaquiles, pozole, tamales, tacos y hasta en el pozole; por lo que es importante destacar las grandes cualidades nutricionales que aporta. Este cereal tiene proporción equilibrada de proteínas, carbohidratos y grasas buenas, además, posee una buena cantidad de fibra que apoya en la digestión como modulador importante en el fortalecimiento del microbiota intestinal y, además, sus componentes proporcionan protección para la prevención de enfermedades digestivas. En general, es un alimento adecuado para el consumo de todas las personas incluyendo a quienes tienen diabetes, hipertensión y otras enfermedades.
Por su contenido de carbohidratos se puede llegar a suponer que todo lo que contiene productos de maíz puede ser poco nutritivo, sin embargo, al combinarlos con otros alimentos pueden llegar a ser una comida completa y equilibrada que representa una mejor opción que los alimentos procesados.
Los antojitos mexicanos tienen como base los productos de maíz y es importante poder incluir algún guisado como carne de res, pollo o frijoles y no olvidar elegir los acompañamientos que han sido preparados con menor cantidad de grasa y agregar verduras como flor de calabaza, champiñones o nopales.
Existen otros guisados como el chicharrón o el chorizo que, por contener grasas saturadas, pueden consumirse de manera ocasional, pero no es recomendable su consumo frecuente, ya que exceder en la ingestión de éstas resulta nociva para la salud. Es importante recordar que los antojitos mexicanos también suelen acompañarse de otros alimentos, por lo que se recomienda, de preferencia, incluir tostadas deshidratadas, queso fresco, lechuga y salsas que no tengan ingredientes fritos.
Evitar freír los alimentos ayuda a convertir en opciones más saludables estos platillos, así que, en su lugar, podemos optar por prepararlos a la plancha, a la sartén, asarlos u hornearlos.
Comúnmente se suele acompañar los platillos típicos mexicanos de refrescos o aguas de frutas con alto contenido de azúcar añadido y con ello, se incrementa la cantidad de calorías, lo que resulta en una elevación de la glucosa en sangre. Llevar a cabo estas combinaciones aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes, hígado graso e hipertensión arterial.
Se recomienda prepara aguas de jamaica o alguna fruta sin agregar azúcar u optar por agua simple, con la finalidad de reducir el exceso de azúcar que consumimos durante estas festividades.
Es importante tener un balance en el consumo de antojitos mexicanos, por lo que se sugiere moderar la cantidad de grasa, agregar algún tipo de carne o frijoles, elegir preferentemente preparaciones sin freír y adicionar verduras.
Los antojitos son un símbolo de nuestra identidad como mexicanos, ya que tiene origen prehispánico con adaptaciones hispanas y transformaciones del período de Independencia. Preservar nuestras tradiciones es importante, pero evitar los excesos para cuidar nuestra salud es una inversión para garantizar nuestra calidad de vida.
*La Mtra. Monserrat Rodríguez León es directora de la carrera de Ciencias de la Nutrición de la Universidad Autónoma de Guadalajara.