Ni en Vacaciones Paran Ladrones
Por Elizabeth Ríos Chavarría
De cara al periodo vacacional de muchos por la Semana Santa y de Pascua, el centro de Guadalajara se ha visto más concurrido de lo habitual por los cientos que acuden a disfrutar de las diversas atracciones, sin embargo, a decir de algunos ciudadanos, esto ha dado pie a que se haga más presente lo inseguro de la zona sobre todo a ciertas horas del día.
Paseo Fray Antonio Alcalde es una de las zonas del primer cuadro de la ciudad más visitadas, no obstante, para muchos también es el lugar perfecto para carteristas y asaltantes de chicos y grandes por igual.
Comerciantes y visitantes en general platicaron que lo más común con los “robos exprés” que afectan en mayor medida al ciudadano que más distraído está por la zona, y es que -narraron- se ha vuelto bastante común el arrebato de celulares, bolsos y otras pertenencias ya sea de delincuentes que van al paso en alguna motocicleta o que pasan corriendo para después perderse entre las calles aledañas.
“Y esto es casi lo de siempre. Siempre hay uno al que ya le robaron o le arrebataron la mochila, y es así, todo es rápido, en cuestión de segundos. Porque puedes ver a un policía rondando por aquí, pero al rato te distraes y ya valió, ni llorar es bueno”, expresó Edmundo Madrigal.
“Hay partes del día en que Alcalde se pone bien pesado para caminar por tantísima gente que hay. Estos días es el ejemplo, y eso lo aprovechan (los ladrones) porque entre el gentío es bien fácil que metan la mano y te roben la cartera o el celular, o te lo arrebaten y ni tiempo de reaccionar tienes. Hay supervisión (de policías) pero es difícil que estén en todos lados”, consideró doña Carmen, comerciante del lugar.
Otros comerciantes han expresado que lo más peligroso en Paseo Fray Antonio Alcalde es a las horas muertas por la mañana o por la tarde, pues ello da pie a que delincuentes se puedan colar y agarrar desprevenidos a los ciudadanos que anden al paso. Si bien les va, añadieron, solo te roban y se van, pero en otras ocasiones sí los amagan, generando un doble mal rato a la víctima.
Aunque hay policías rondando el primer cuadro de la ciudad, refieren que no es suficiente pues por desgracia los delincuentes ya han tomado la medida a los uniformados pues saben cuándo sí y cuándo no actuar, y sobre todo en qué zonas operar sin que sean atrapados por sus actividades.