Luego de que el 8 de enero el gobierno mexicano dio a conocer, en El Diario Oficial de la Federación, que 225 mil 398 hectáreas entre Jalisco y Nayarit se convirtieron en el Área Natural Protegida de la Reserva de la Biósfera Sierra Vallejo-Río Ameca, aún hay problemas que la amenazan.
Esta reserva incluye los municipios de Mascota, Mixtlán, San Sebastián del Oeste y Puerto Vallarta, en Jalisco y Bahía de Banderas y Compostela, en Nayarit. El espacio natural se puede apreciar hacia el oriente de la carretera que conecta a Puerto Vallarta con Compostela.
El doctor Bartolo Cruz Romero, investigador del Departamento de Ciencias Biológicas del Centro Universitario de la Costa (CUCosta) de la UdeG, apuntó al problema de los monocultivos, la minería, pero también la extracción de material para construcción.
“Eso lo tenemos casi en toda la ribera del Río Ameca. Hay empresas extrayendo material del río, como grava, arena y sustrato para compactar en construcciones, y que no tenían ni los permisos necesarios”, explicó.
Otro problema son los incendios forestales. En recientes semanas la Semadet apunta que la Costa Sierra Occidental es una de las zonas más vulnerables al fuego. En tanto, en el informe del Cierre Estadístico 2023 de la Conafor, se sitúa a Jalisco como la entidad con más incendios en el país, con mil 483 registrados, que afectaron 194 mil 123 hectáreas.
Cruz Romero destacó que la protección federal no implica que se prohiba tener contacto con la naturaleza, sino que dicha área se pueda cuidar y manejar de forma sustentable en cuanto a turismo y producción (con excepción de la minería) a través de planes de manejo.
Por ello, reconoció que la máxima autoridad del país decretó la protección, tras el impulso de colectivos ambientales como Alianza Jaguar, AC, dirigida por el activista Erik Saracho, durante dos décadas.
“Al Presidente Andrés Manuel López Obrador le solicitamos la protección, fuimos personalmente acompañando a miembros de ejidos de la Sierra de Vallejo, que ya le habían pedido por escrito al gobernador de Nayarit que les ayudara activar la protección estatal que ya se tenía desde 2004”, dijo Erik Saracho en entrevista para el programa Ecobahía de Radio UdeG en Puerto Vallarta, conducido por Cruz Romero.
El activista mencionó que el decreto federal es un logro comunitario, aunque lamentó que quedaron fuera del territorio protegido donde las empresas mineras extranjeras que exploran y extraen material en localidades del municipio de San Sebastián del Oeste, en tierras altas.
“Por más que la gente de San Sebastián decía que había que meter La Bufa (al ANP), que era muy importante, no la incluyeron. Las mineras hicieron un lobby bastante fuerte, para quedar afuera del polígono de la reserva. Hay partes interesantes para la protección que no entraron por el tema de la minería”, indicó Saracho.
Pendiente la articulación vallartense para proteger la nueva ANP
Cruz Romero recalcó que aún está pendiente que se eche a andar el organismo de ordenamiento ecológico municipal en Puerto Vallarta. Si bien el ayuntamiento ya reconoce la figura Programa de Ordenamiento Ecológico Local (POEL) y ya se signó un convenio para articularlo, según el investigador aún queda mucho trabajo por emprender.
“Son cinco municipios costeros, y de los cinco sólo Puerto Vallarta no lo tiene actualmente (el plan de ordenamiento). Sí se está trabajando en su creación, participo en esas reuniones, pero no tiene ni pies ni cabeza este ordenamiento ecológico local”, externó.
Recordó que dicho instrumento no convendría a empresas inmobiliarias y fraccionadoras en Puerto Vallarta; sin embargo, el plan de ordenamiento permitirá reforzar el decreto federal que protegerá los servicios ecosistémicos que brinda la Sierra de Vallejo y el Río Ameca, que beneficia a quienes habitan en Jalisco y Nayarit.
Algunos de dichos servicios que realiza la biósfera son la protección de los suelos, el abastecimiento de agua, la regulación del clima,la producción de oxígeno y la reducción de emisiones de dióxido de carbono.
“Estamos exigiendo que el plan de ordenamiento ecológico ocurra, y yo no veo avance. El ordenamiento ecológico de todos los municipios fortalece la protección de la Sierra Vallejo”, mencionó el académico.
Sierra de Vallejo-Río Ameca es una fábrica de agua
La biósfera protegida consiste en bosques tropical subcaducifolio y tropical caducifolio o selva baja. En las partes más altas abunda el pino y el encino. Esta gran diversidad de vegetación hace de dicho entorno una fábrica de agua.
“La vegetación funciona como una especie de esponja que absorbe la lluvia. Las copas altas de los árboles parten las gotas, lo que evita la erosión. Sin los árboles, las gotas caerían directo al suelo y se formarían escorrentías, inundaciones y los cerros se deslavarían”, dijo.
“El bosque lleva esa lluvia a esa fábrica de agua –abundó–, que son los manantiales, los ojos de agua o mantos freáticos para que los municipios que estamos en la costa: Puerto Vallarta, Bahía de Banderas y Compostela, nos veamos principalmente beneficiados de este recurso hídrico”.
Sin las plantas en zonas altas de la Sierra de Vallejo el agua simplemente correría y no se almacenaría; por ello, si se deforesta, la población en la Costa de Jalisco y Nayarit resultaría perjudicada en cuanto a la disponibilidad del recurso hídrico, dijo.
Este espacio también es hogar de fauna como el loro corona lila, jaguar, jaguarundi, nutria de río, puma, ratón nayarita, ranas, sapos, huicos, iguanas, lagartijas, entre muchas más.
Río Ameca Debe Protegerse Hasta su Desembocadura
Si bien el mapa que delimita el ANP incluye gran parte de la cuenca del Río Ameca, no lo hace en los últimos 30 kilómetros hasta su desembocadura en el mar. Esto, a decir del académico del CUCosta, es un desacierto.
“Aunque no lo consideren, de manera natural el río es un sistema que está interconectado, porque todo lo que ocurre arriba (en la sierra) va a repercutir en la parte de abajo (el Valle de Banderas y la bahía)”, declaró.
Recordó que en la desembocadura del río en el mar está Boca de Tomates, donde hay tres especies de mangle: blanco, rojo y negro; y también es un hábitat de gran cantidad de especies de aves y cocodrilos.
Actualmente el ecosistema en el margen del Río Ameca, que divide a Jalisco y Nayarit, también es impactado por la urbanización y los desarrollos turísticos para sectores de alto nivel adquisitivo.