Presencia de Nómadas Digitales Acentúa el Problema

Impacta Vivienda Temporal en Colonias del Municipio, que Incide en Desplazamiento de Habitantes Originarios Hacia las Periferias

Detrás de la idea románti­ca de habitar a tan sólo unos metros de la playa mientras se trabaja a distancia hay, de hecho, gentrificación y des­pojo. Eso ocurre en Puerto Vallarta, donde docentes del Centro Universitario de la Costa (CUCosta) de la UdeG estudian los efectos sociales y urbanos de los nómadas digi­tales que llegan a dicha ciu­dad de Jalisco.

Este fenómeno empieza a identificarse tras la pandemia, por lo que aún no existe un instrumento que mida su pre­sencia en la ciudad; aunque se sabe que México es el país que tiene más nómadas digi­tales en Latinoamérica con 90 mil personas, según com­partió el CEO de la empresa tecnológica Restart, Eduardo López Macías, a través de Forbes.

La Jefa del Departamento de Artes, Educación y Huma­nidades del CUCosta, doctora Paola Cortés Almanzar, expli­có que es notoria la presencia de personas extranjeras que llegan a trabajar desde la vir­tualidad.

“Comenzamos a identifi­car A gente de la Ciudad de México, Guadalajara y Playa del Carmen; incluso, a ingle­ses y franceses, que son un tipo de población diferencia­da de estadounidenses y ca­nadienses, que están más aso­ciados con adultos mayores o una figura de retiro. Pero ciu­dadanos europeos empiezan a apropiarse de la ciudad como nómadas digitales, así como también de la población LG­BTIQ+”, detalló.

A decir de la socióloga, el problema no es el sector al que pertenezcan ni el lugar del que provengan, sino que su presencia está detonando un proceso de desplazamiento y encarecimiento, al decidir comprar o alojarse en zonas tradicionales, asociado con los intereses de inmobiliarias que crean espacios para alqui­larlos a altos precios.

Con ello, habitantes origi­narios que pagan renta y con­sumen bienes y servicios en barrios, como la colonia Emi­liano Zapata, son obligados a desplazarse, pues se vuelve in­costeable pagar lo mismo que se cobra a personas foráneas.

“Esto tiene que ver con una falta de regulación de los nuevos espacios de vivienda, incluso con la regulación del acceso de los extranjeros a propiedades que están en las playas. Hay una omisión del gobierno en relación con las concesiones y permisos que

están dando”.

“Es un proceso de co­rresponsabilidad de todas las instancias y el gobierno de diseñar estrategias que nos permitan mitigar los impactos del desarrollo inmobiliario, y eso está relacionado con la re­gulación de los nuevos espa­cios de vivienda”, recalcó la académica.

 

Vivienda exprés vallar­tense, para nómadas

En 2023, la plataforma de venta y renta de propie­dades Inmuebles24 presentó un informe, en el que el City Manager de la empresa con sede en Guadalajara, Carlos Ayala, destacó que “hay un mercado interesante de nó­madas digitales que buscan rentas de mediano plazo y demandan servicios. Es­tas estancias se concentran principalmente en Guadala­jara y Puerto Vallarta”.

La plataforma AirBnB dio a conocer que al cierre de 2022, en Puerto Vallarta tiene registradas 7 mil 500 unida­des de alojamiento.

Estos cambios de vocación en los espacios de vivienda se reflejan en las recientes cifras del Instituto de Información Estadística y Geografía de Ja­lisco (IIEG), que indican que en Puerto Vallarta hay 92 mil 445, de las cuales 16 mil 461 son viviendas de uso tempo­ral, que significa un 17.80 por ciento del total.

Una de las colonias que más ha vivido los efectos de la gentrificación es la Emilia­no Zapata, donde se encuentra la Zona Rosa, ahí hay 3 mil 846 viviendas existentes, de las cuales 2 mil 286 son de uso temporal; es decir, 60 por ciento de las casas habitacio­nes están pensadas para perso­nas que no permanecen.

El doctor Alfonso Baños Francia, urbanista y académico del CUCosta, resaltó que por un terreno en la Zona Román­tica se llega a pagar hasta 80 mil pesos el metro cuadrado, por lo que llegan a costar has­ta 5 millones de pesos, y casi nadie se resiste, y venden.

En tanto que los extranjeros norteamericanos eligen la ciu­dad para vacacionar por el pro­ceso de “nómadas digitales”, específicamente por las “plata­formas de hospedaje digital”.

“Dichos desarrollos turís­ticos son competencia para los hoteles, pero revisando las ofertas de hospedaje en Punta Mita, en Nayarit, donde por noche cuesta mil 200 pesos, encuentras que en la Zona Ro­mántica varía entre 100 y 200 dólares por noche. Por eso mu­chos extranjeros compran uni­dades, no para vivir, sino para ponerlas en renta”.

Actualmente, otras colonias que los académicos señalan que están en aras de gentrifi­carse son la Centro, donde hay 888 viviendas, de las cuales 247 son de uso temporal; así como la 5 de Diciembre, que tiene 2 mil 907, de las cuales 976 son de temporalidad.

En el más reciente repor­te anual de MLS Vallarta & Nayarit, un servicio abierto de listado múltiple de propie­dades para las inmobiliarias y desarrolladores en la región, se dio a conocer el interés del sector inmobiliario.

“La región al sur del Río Cuale ha dominado las ven­tas por años, pero ha caído, de 23 por ciento del total de las ventas de condominios en 2018 a sólo el 16 por ciento en 2022. ¿Dónde se ha visto el crecimiento para compen­sar esto? De la resurgente Marina Vallarta y Francisco Villa, la región entre la Zona Hotelera y Avenida Francis­co Villa, también conocida comúnmente como (las co­lonias) Versalles, Gaviotas, Fluvial o Díaz Ordaz”, se menciona en el informe.

Hartazgo de vecinos frente al despojo

Baños Francia explicó que paulatinamente los inversio­nistas en la colonia Emiliano Zapata están destituyendo a los pobladores de esta ciudad, incluso de manera forzada. “Ven un terreno y consideran cuántos pisos tendrá. Ya dejé de buscar el amor, ahora bus­co terrenos baratos, decía un meme”, indicó.

El sentir de vecinos y su lucha por resistir frente al des­pojo en la colonia Emiliano Zapata de Puerto Vallarta fue registrado en el documental Zapata. La tierra es de quien la compra, creado por el ci­neasta Arturo Montero.

“Cuando alguien tiene una casa que los turistas quieren rentar, uno se sien­te acosado. A mi familia nos han dicho que si la casa la rentamos, la vendemos o la queremos construir. Por mi cuadra ya vendieron dos ve­cinos, ahora una de sus ca­sas es un restaurante y en la otra ya están construyendo. Ahora ellos viven en Las Mojoneras, o en la colonia del Toro”, dice un joven como parte de los testimo­nios incluidos en Zapata.

En dicho filme, Baños Francia aporta que ante la falta de acceso de vivienda en esta zona, por parte de los locales, debido a su venta en dólares, la autoridad podría financiar que un porcentaje de dichos bienes sean vendi­dos en pesos haciéndolos más asequibles. “Eso se podría lo­grar, pero no se ve, porque se piensa que cada negocio debe ser exitoso en rentabilidad económica, no en rentabilidad social”, dijo.

“La gente está migran­do hacia las periferias, sobre todo al tramo de Ixtapa y Las Palmas (al Norte de Puerto Vallarta, distante de acceso a servicios), donde se están ha­ciendo desarrollos inmobilia­rios y donde va la gente como efecto de la gentrificación”.