A través de sus Sitios Ramsar

Desde la Laguna de Barra de Navidad Hasta el Estero Majahuas, se Despliegan Áreas Protegidas que Albergan una Rica Diversidad de Ecosistemas y Poblaciones Extensas de Aves, Peces y Crustáceossitios

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En Jalisco existen 13 sitios Ramsar, ocho de ellos están en Costalegre/Foto: Cortesía

Uno de los ecosistemas más importantes del planeta es el humedal. Este entorno natural es clave para la supervivencia humana por los enormes beneficios que brinda, desde el suministro de agua dulce, alimentos y materiales de construcción, hasta el control de los ríos y lagunas en temporadas fluviales, y la recolección de aguas subterráneas para nutrir los mantos acuíferos. También es hogar de una gran biodiversidad conformada por cientos de especies de flora y fauna que dependen de los humedales para subsistir.

En las últimas décadas, la superficie de los humedales sigue disminuyendo en la mayoría del planeta. Es por eso que desde la década de 1960, se empezó a discutir y negociar entre distintos países la conservación de este hábitat ante su paulatina degradación. En 1971, en la ciudad iraní de Ramsar, se firmó la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional, especialmente como Hábitat de Aves Migratorias (RAMSAR), la cual entró en vigor cuatro años después. Conocido como la Convención Ramsar, es el único tratado global que se ocupa de un tipo de ecosistema en particular, reconociendo que el humedal es sumamente vital para el equilibrio natural del planeta.

México se adhirió en 1986, convirtiéndose hoy en día como una de las naciones líderes en la conservación de humedales. Actualmente, nuestro país cuenta con 144 superfi­cie total de 8,721,911 hectá­reas. En Jalisco, existen 13 de estas áreas naturales protegi­das, y ocho de ellas se loca­lizan en la región de Costale­gre. A lo largo de los cuatro municipios que conforman la zona, estos lugares destacan por su diversidad de hábitats, su gran extensión y la conser­vación de ecosistemas extre­madamente vulnerables de la costa de Jalisco.

En estos sitios Ramsar, no existe acceso total al público por ser áreas de protección, pero si quieres visitar para­disíacos destinos como La Manzanilla, Tenacatita, Boca de Iguanas, Barra de Navidad o Chalacatepec, podrás atra­vesar (y adentrarte un poco) por estos tesoros llenos de riqueza natural y así conocer parte de la biodiversidad que integra Costalegre.

Cihuatlán

En Cihuatlán existe un si­tio Ramsar: Laguna Barra de Navidad. Más de la mitad de sus 794 hectáreas se confor­man por las cuatro especies de manglares (rojo, blanco, negro y botoncillo). Es hábitat de 60 especies de aves acuáticas y migratorias, y su fauna de pe­ces se integra por más de 80 peces. Puedes acercarte a esta laguna y conocer las coopera­tivas para el cultivo de ostión, además de tener un paseo eco­turístico a través de lanchas y paseos en kayak entre las aguas que la componen.

La Huerta

El municipio de La Huerta es casa de dos sitios Ramsar: el Estero La Manzanilla y la Reserva de la Biosfera Cha­mela-Cuixmala. Ésta última se ubica entre las montañas jaliscienses, las costas roco­sas y una planicie que desem­boca en el Océano Pacífico. Integrada por zonas de bos­que tropical caducifolio, sel­va mediana subperennifolia, manglares y carrizales, es una de las áreas protegidas más importantes del país por su elevado porcentaje de plan­tas y animales endémicos. Si viajas por la carretera federal 200 de Careyes a Punta Péru­la, tendrás la oportunidad de rodear esta reserva.

Por su parte, el Estero La Manzanilla es hogar de más de 90 especies entre aves acuáti­cas, peces y poblaciones de anfibios, reptiles y mamífe­ros. Si visitas La Manzanilla, podrás darte cuenta de las pal­mas cocoteras y las hierbas de la raya características del es­tero y del entorno que rodea a esa región en general. Si pre­fieres, puedes conocer la gran población de cocodrilos que habita este sitio Ramsar. En el cocodrilario, se protege a una de las principales especies del mundo: el Río Crocodylus Acutus, mejor conocido como el cocodrilo americano.

Tomatlán

Tomatlán reúne los res­tantes cinco sitios Ramsar pertenecientes a la región de Costalegre. La laguna de Chalacatepec, los esteros Xo­la-Paramán, Majahuas y El Chorro, y el Sistema Lagunar Estuarino Agua Dulce – El Er­mitaño son hogar de una gran biodiversidad de aves residen­tes y migratorias que circulan, principalmente, entre cuatro especies de manglares. Tam­bién son hábitat de extensas poblaciones de peces, molus­cos y crustáceos, lo cual es aprovechado por la actividad pesquera de las comunidades aledañas.

La Laguna Chalacatepec es uno de los sitios Ramsar más impresionantes por su extensión y su producción de gran cantidad de hojarasca, la cual representa una rica fuente de nutrientes para las especies marinas del lugar, principal­mente jaiba y camarones. El estero Xola-Paramán es utili­zado por la industria salinera para la extracción cuando la laguna se deseca a falta de llu­vias; y en tiempos fluviales, en el Estero Majahuas la boca del río y la bahía en ocasio­nes se unen en un gran arroyo que es aprovechado por peces y crustáceos que se reprodu­cen. Todas estas característi­cas han hecho de Tomatlán un municipio clave en el cuidado ecológico en equilibrio con la actividad turística en playas vírgenes como Chalacatepec y Majahuas, donde puedes conocer la laguna o el estero en paseos en lancha y avista­miento de aves, además de sus campamentos tortugueros. De hecho, para llegar a Majahuas es necesario recorrer parte del estero en un recorrido donde entras en contacto pleno con la riqueza natural del lugar.

Sin duda, estos ocho sitios Ramsar son parte de la identi­dad de Costalegre. Entre lagu­nas, esteros, manglares y bos­ques tropicales, cada uno de estos lugares destaca por su cuidado ecológico reflejado en la protección de ecosistemas y de cientos de especies de aves acuáticas, peces y crustáceos que habitan en condiciones vulnerables. Costalegre sigue siendo referente en el uso ra­cional de los humedales y su recursos, a través de prácticas sustentables donde naturaleza y aventura se unen en activi­dades ecoturísticas, progra­mas de protección de especies como tortugas y cocodrilos, y playas que puedes disfrutar y donde el equilibrio natural se mezcla con espléndidos pai­sajes que revelan el encanto natural de la costa jalisciense.