Planetario Acoge Familias Enteras

El Asombro y las Exclamaciones de Sorpresa fue lo que más se vio

Por Elizabeth Ríos Chavarría

Fotografía relevante a la nota.

En distintos puntos, como el Planetario, desde temprano familias enteras arribaron para acomodarse en el mejor lugar y disfrutar del espectáculo natural/Foto: Elizabeth Ríos Chavarría

Preparados con sus cajas hechas en casa, con lentes o vidrios especiales o hasta con algunos telescopios, es como tapatíos disfrutaron ayer el eclipse anular de sol que se vio de forma parcial en la ciudad.

Fueron varios los puntos en la metrópoli en donde se invitó a la población a acudir a observar este fenómeno natural, y aunque muchos prefirieron quedarse en casa, lo cierto es que otros más aprovecharon el soleado día para acudir a sitios como el Planetario, en donde desde temprano familias enteras arribaron para acomodarse en el mejor lugar.

El itinerario del día incluía una actividad para pequeños con mitos y leyendas, una zona con telescopios especializados para observar el eclipse, así como un taller para que cada quien hiciera su caja en aras de poder apreciar el sol cubierto por una parte de la luna de forma indirecta.
Entre la cinta, el papel aluminio y las cajas de zapato, en los jardines del Planetario tanto chicos como grandes se acomodaron en los jardines en donde también disfrutaron de un picnic en donde los juegos, las bromas y las risas no faltaron.

A decir de quienes platicaron para Página 24, este tipo de actividades no solo les proporcionó la oportunidad de pasar un rato con la familia al aire libre, sino conocer más del eclipse y cómo poder verlo sin riesgo para la vista.

“En la página de Facebook (del Planetario) vi una publicación para venir a ver el eclipse. Igual bien pudimos hacer la caja aquí en casa con algún instructivo de internet, pero quisimos hacer el día de campo completo y llegamos temprano. Nos pusimos con una manta, con nuestra comida y ya aquí los mismos del lugar nos dijeron cómo armar la caja para ver el eclipse. Bien a gusto todos aquí”, refirió Samantha de 17 años, que se vino con amigos.

“A mi sobrino no le había tocado ver nunca un eclipse, así que cuando me enteré (de la actividad) le dije a mi hermana que me lo iba a traer y sí. Nos levantamos temprano, nos hicimos unos lonches y nos trajimos nuestras cajitas. Pasamos un rato bien agradable porque había espacio para todos. Éramos muchos, pero donde sea te podías acomodar”, agregó Melanie de 25 años.

“En el telescopio se vio el sol rojito o como naranja y la luna negra tapándolo, bien curioso (…). En la caja se veía un circulito bien pequeñito y cuando estuvo en su punto más alto, el sol parecía una media luna chiquita pero al revés”, añadió por su parte Sofía, de 10 años.

El asombro y las exclamaciones de sorpresa fue lo que más se vio, y para muchos de los asistentes al Planetario, este tipo de actividades son cruciales para fomentar lazos con los demás por lo que esperan que en un futuro se puedan ver más en la materia.