Desde el CUCSH

Organizaciones Civiles se Reúnen Para Intercambiar Experiencias Contra la Discriminación y la Xenofobia

Organizaciones de la so­ciedad civil de México y Ar­gentina llamaron a realizar acciones contra el racismo, la discriminación y la homofobia para favorecer la inclusión de personas que históricamente han quedado en segundo plano como los migrantes, las perso­nas racializadas o la comunidad LGBTQ+.

Las y los activistas parti­ciparon en el panel “Lucha y resistencia antirracista: pers­pectivas desde México a Ar­gentina”, en el segundo día de actividades de la Plataforma para el Diálogo “Identidades subalternizadas. Emergencias, estrategias y luchas para la vi­sibilización cultural en Améri­ca Latina”, organizada por el Centro Maria Sibylla Merian de Estudios Latinoamericanos Avanzados (CALAS), que se realiza en el Centro Universita­rio de Ciencias Sociales y Hu­manidades (CUCSH).

Monivet Shaley López Gar­cía, académica indígena y repre­sentante del Centro Profesional Indígena de Asesoría, Defensa y Traducción, en Oaxaca, afirmó que trabajan por el ejercicio de los derechos diferenciados para que el ámbito jurídico respete las identidades de las personas y su forma de autopercibirse de acuerdo con su contexto.

Esto ha significado que lu­chan contra las instituciones re­lacionadas con la procuración de justicia para que cambien su visión de que no están tratando únicamente casos, sino con per­sonas que tienen incidencia y que deben ser escuchadas y que tengan agencias de Ministerio Público y juzgados cercanos a sus comunidades y con traduc­tores a las diferentes lenguas.

En la charla, realizada en el auditorio Rosario Castellanos, Daniel Encarnación Enguilo, re­presentante del proyecto mexi­cano “Prioetologías”, explicó que generaron estrategias para traducir el mensaje de la acade­mia y las investigaciones acerca del racismo para que la gente entienda cómo les atraviesa el racismo y por qué es necesario luchar para su erradicación.

También, mediante las redes sociales, particularmente el Ins­tagram, se ha dedicado a publi­car imágenes que vayan contra el discurso de que la blanquitud es lo natural y que las personas racializadas se vean reflejadas “de manera digna” y puedan hablar desde su propia expe­riencia, “para empezar a cam­biar las cosas”.

“La gente quiere ser repre­sentada dignamente y desmon­tar esa cultura racista que no nos permite vivir con plenitud”, expresó.

Jairo Ahuactzin Barrien­tos, representante de “Racismo Mx” en México, expuso un pro­yecto para jóvenes con enfoque antirracista que busca ayudarles a identificar cómo el racismo les atraviesa, a fin de que gene­ren estrategias para erradicarla. También dio a conocer el pro­yecto “Racistómetro”, que mide los comentarios racistas desde las redes sociales. Alejandro Mamani, representante de la or­ganización “Identidad marrón”, en Argentina, contó cómo han generado un espacio para ha­blar y actuar ante el racismo en su país, en el que se ha creado el mito de la Argentina blanca y en el que las prácticas discrimi­natorias son identificadas, pero las acciones racistas son menos visibilizadas.

Organizaciones civiles tomaron la bandera en los proyectos de inclusión en América Latina, dice académico

Las organizaciones civiles son las que han impulsado los proyectos de inclusión en Amé­rica Latina al ver que las polí­ticas nacionales mantenían ses­gos racistas y no lograron dar un espacio a las minorías como las personas racializadas o las comunidades indígenas, afirmó Ezequiel Adamovsky, académi­co de la Universidad Nacional de San Martín, en Argentina.

“Tiene que ver con la cons­tatación de los límites y del agotamiento de los proyectos de inclusión que animaron a las distintas naciones. Vivimos un siglo XIX y un siglo XX de construcción de naciones que tenían proyectos de inclusión de las clases populares; esa construcción ha tenido límites y la exclusión ha sido enorme y se ha recrudecido en las últimas décadas. En ese escenario y ante la constatación de que la prome­sa de igualdad e inclusión no se cumplió, entonces aflora la ne­cesidad de poner en discusión el proyecto inicial”, explicó.

El especialista ofreció el jue­ves la conferencia “Mestizaje y multiculturalismo: una perspec­tiva periférica”, en el cierre de actividades de la Plataforma para el Diálogo “Identidades subalternizadas. Emergencias, estrategias y luchas para la vi­sibilización cultural en América Latina”, que tuvo lugar en el Centro Universitario de Cien­cias Sociales y Humanidades (CUCSH), organizada por el Centro Maria Sibylla Merian de Estudios Latinoamericanos Avanzados en Humanidades y Ciencias Sociales (CALAS).

Puso como ejemplo el caso de México, cuyas políticas pretendían “pensar una na­ción mestiza” que, sin embar­go, se enfrenta a la presión de una cultura de raza blanca que no termina por reconocer a las comunidades indígenas ni a las afrodescendientes. Por otro lado, en Argentina, los gobier­nos no han tenido una visión de nación mestiza, por el contra­rio, han propuesto “una nación blanca europea”.

“Ahora es, entonces, el mo­mento de poner esa visión en discusión, porque su promesa de igualdad y de inclusión fra­casó”, subrayó Adamovsky.

Añadió que, pese a la diver­sidad cultural y a la cantidad de comunidades étnicas en los países latinoamericanos, las es­tructuras económicas y de clase propician el racismo y la discri­minación.

“Hay toda una serie de pre­juicios y juicios de valor que tienen un origen muy antiguo, colonial, que han persistido y reproducido estructuras econó­micas, de clase, en las cuales los más ricos siguen siendo las personas de tez más claras y los más pobres siguen siendo per­sonas racializadas, indígenas, migrantes, afrodescendientes o mestizos de todo tipo”, recalcó.