Portan Piñata de un Cerdo con la Cara de Alfaro

Por Rafael Hernández Guízar

Ciudadanos protestaron ayer contra la verificación controlada en Jalisco.

Con una piñata de un cerdo con la cara del go­bernador Enrique Alfaro Ramírez, ciudadanos con­denaron el modelo de veri­ficación controlada que fue impulsado y creado durante la presente administración, ya que, resaltaron, se trata de un programa meramente recaudatorio y que no ayuda en nada a combatir la conta­minación ambiental.

Se condenó también que el gobierno del estado, en co­ordinación con el Congreso de Jalisco, hayan realizado un compromiso por 19 años con la empresa proveedora del software para operar los cen­tros de verificación que se tie­nen en la entidad, mismos que en su mayoría son propiedad de inversionistas extranjeros.

Fue condenada también la manera en la que el gobierno de Jalisco realiza las revisio­nes de los hologramas que deberían de estar pegados en los vehículos, es decir, el comprobante de pago de la cuota que se cobra en los ve­rificentros.

Y es que, a decir de los inconformes, la Secretaría de Medioambiente y Desarrollo Territorial, en coordinación con la Policía Vial, han mon­tado retenes para hacer las revisiones de los vehículos, algo que consideraron como un ataque a los derechos hu­manos de los jaliscienses y la ciudadanía en general.

Según los manifestantes, es un ataque al artículo 11 de la Constitución, que se refie­re a la libertad de tránsito, sin embargo también violan estos operativos a manera de rete­nes, la seguridad jurídica de la ciudadanía pues violentan el artículo 16 de nuestra carta Magna, mismo que señala que nadie puede ser molestado en su persona, propiedades, do­cumentos, o posesiones, si no en virtud de un mandamiento escrito, expedido por la auto­ridad competente que funde y motive su acción.

Lo anterior quiere decir que todas las multas por no haber cubierto el proceso de verificación son inválidas.

Y es que las multas que son aplicadas tanto por la policía vial como por la secretaría de medio ambiente, son en rea­lidad actos administrativos, mismos que al tener como origen la violación de dere­chos humanos, se convierten en actos ilegales, por lo tanto, son inválidas.