En el Centro y Chapultepec

“Tanto Pinche Ratero que hay en Todos Lados, y Estos Cabrones Nomás Andan Va qué Motociclista se Friegan”

Por Rafael Hernández Guízar

Policías de Guadalajara cometen constantes excesos contra motociclistas en la zona centro y en Chapultepec, denunciaron ayer ciudadanos molestos.

Luego de que entró en vi­gencia una medida aprobada por el cabildo tapatío para de­tener a los motociclistas que viajan en parejas a bordo de motocicletas generalmente de baja cilindrada, de acuer­do con ciudadanos entrevis­tados, policías municipales cometen constantes abusos, y realizan detenciones al azar y arbitrarias.

“Lo que pasa es de que vas normal en la motocicleta y si ven que vas con alguien te detienen, o por ejemplo, aunque vaya solo te paran y se la viven castrando (sic), te piden tus documentos, el se­guro, la licencia, y lo que da coraje es que andan cazando motociclistas en lugar de po­nerse a trabajar, tanto pinche ratero que hay en todos lados, y estos cabrones nomás andan viendo a qué motociclista se friegan”, dijo muy molesto Arturo Cisneros, motociclista entrevistado ayer por este re­portero.

“A mi van tres veces que me detienen, una vez allá cerca del centro, y dos veces aquí por Chapultepec, y me da coraje porque a huevo te quieren quitar la moto, están buscando pretextos para sa­carte dinero, eso da mucho coraje, te tienes que andar cuidando de los policías y de los rateros, y ya no sabes quiénes están peor, son como rateros con placa”, criticó.

Las detenciones que reali­zan los policías municipales son arbitrarias e ilegales.

Pese a que ellos se ampa­ran en el código nacional de procedimientos penales, así como en una determinación municipal supuestamente para disminuir los índices de robo a cargo de los denomi­nados motoladrones, los uni­formados cometen un grave error pues estos actos cons­tituyen violaciones al Estado de Derecho.

Al realizar estas detencio­nes, se violenta el artículo 16 constitucional que señala que ningún ciudadano puede ser molestado en su persona, pa­peles, posesiones o propieda­des, sino en virtud de un man­damiento escrito y expedido por la autoridad competente que funde y motive su actuar.

Derivado de esto cual­quier, infracción o sanción que se imponga por los poli­cías municipales, viales, o la misma autoridad municipal, es totalmente inválida e ile­gal, y puede ser combatida a través de un juicio de nulidad en el tribunal administrativo.

Así mismo es motivo tam­bién de una queja en la Co­misión Estatal de Derechos Humanos y un procedimiento administrativo en la dirección de asuntos internos.