Fidencio Briseño Chel en la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar

En Conferencia Magistral, el Lingüista de la UdeG José Luis Iturrioz, Propuso Reconocer a los Pueblos Indígenas Como Sujetos de Derecho Público

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“Desde la mirada no es suficiente: nosotros no nos vemos, sino que nos sentimos en este mundo. Se trata también de
descolonizar el pensamiento y asumir otras miradas, como decía Carlos Montemayor, otros sentires, otros saberes de manera
integral”, dijo Briceño Chel/Fotos: Cortesía UdeG

El pueblo maya difiere de la visión occidental que en­tiende el mundo por medio de imágenes y conceptos co­nocida como cosmovisión; en cambio, los mayas tienen noción del mundo a través de la propia escucha y el propio sentir para explicar y expli­carse el mundo.

Así lo afirmó el antro­pólogo, lingüista y escritor maya Fidencio Briceño Chel en el marco de la Cátedra La­tinoamericana Julio Cortázar con la conferencia magis­tral “Lengua, cultura y cos­mopercepción en la literatu­ra maya”.

El marco de explicación para entender el mundo maya, de acuerdo con Bri­ceño Chel, es la cosmoper­cepción que intenta, desde el pensamiento local, fundar una manera diferente de ex­plicar y explicarse.

“Desde la mirada no es suficiente: nosotros no nos vemos, sino que nos senti­mos en este mundo. Se trata también de descolonizar el pensamiento y asumir otras miradas, como decía Carlos Montemayor, otros sentires, otros saberes de manera inte­gral”, dijo Briceño Chel.

Para los mayas se trata de un proceso que va de la visión a la percepción total, con un marco de referencia más amplio e inclusivo.

“Por ejemplo, no nos ve­mos como mayas, nos senti­mos como mayas, pero ese sentimiento de asunción de la identidad no se percibe so­lamente a través de la mira­da. Hay un juego de sentidos y significados que permiten pensar y pasar de escuchar, ése sería el primer sentido del verbo maya; su amplia­ción semántica también sig­nifica sentir y sentirse a uno mismo”, explicó el antropó­logo y lingüista.

El también profesor-investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) explicó que, además de la lengua que ex­plica cómo ven el mundo, su percepción del tiempo difie­re de la linealidad occiden­tal pasado-presente futuro.

“El sistema de pensamien­to maya es cíclico, siempre empezamos hablando del pasado y para nosotros el pa­sado está enfrente, es lo que conocemos y el futuro está atrás, por eso le tenemos mu­cho miedo y tratamos, desde el pasado, vivir el presente, pero siempre agarrándonos de ese futuro que ya sabemos que va a venir”, detalló Bri­ceño Chel.

El lingüista advirtió sobre la polisemia de la lengua maya reflejada en la lengua, la pa­labra y el discurso. “Todo eso significa la suma de elemen­tos que ayuda a adentrarnos por la literatura que va desde tres épocas: prehispánica, co­lonial y moderna”.

Otra de las claves de la literatura, lengua, pensa­miento y cultura mayas es la dualidad de los términos, la aparente oposición ante el pensamiento occidental a tra­vés de los cuales se entiende su sentir, como los textos del Popol Vuh y el Chilam Ba­lam se Chuyumel.

“La cosmopercepción del mundo maya es una jícara partida por la mitad: las co­sas vienen divididas, pueden estar en oposición, pero son complementarias”, detalló.

Desde 1994 Briceño Chel ha realizado talleres de Man­tenimiento lingüístico y cul­tural con jóvenes y niños para documentar el conoci­miento y los saberes infanti­les, alcanzando a la fecha mil cuatro talleres formando a nuevos talleristas y distribu­yendo más de 120 mil ejem­plares de sus libros para niñas y niños.

“He tratado de recuperar en la colección de adivinan­zas más de 370 totalmente en maya y hechas por los niños. Con estas creaciones aparece ese conocimiento de quiénes somos, del medio ambien­te y del cuidado y respeto al mundo. Así pasamos a lo que tenemos en la actualidad, cómo ese conocimiento ha ido nutriendo a la literatura”, informó.

La literatura maya, se­gún Briceño Chel, rememora paisajes de cómo se creó el mundo según sus abuelos, y la literatura maya como ex­presión cultural, manifesta­ción de la identidad y puente entre el pasado y el presente de manera cíclica y circular.

“La lengua maya es se­ñal de que estamos vivos, y mientras la lengua maya siga fluyendo estará tam­bién nuestro mundo vigente. Es nuestro grito de batalla: mientras nuestra lengua esté viva será el signo de nuestra existencia”, concluyó.

La lengua con más de 40 siglos de presencia y la literatura maya está en ese pasado y en el sistema de pensamiento de cinco países: Guatemala, Belice, Hondu­ras, El Salvador y México, en Campeche, Quintana Roo y Yucatán, en 128 municipios y 4 mil 196 comunidades.

El Jefe del Departamento de Estudios en Lenguas In­dígenas, del Centro Univer­sitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la UdeG, doctor José Luis Iturrioz Leza, resaltó de Bri­ceño Chel su larga trayecto­ria en el estudio y difusión de la lengua maya con enfoque en derechos humanos y lin­güísticos.

“Es urgente la institucio­nalización de la lengua maya, es importante decretar la ofi­cialidad de la lengua maya en Yucatán; hay que promover una verdadera enseñanza bi­lingüe; abrir la lengua todos los espacios comunicativos, empezando por cambiar los paisajes lingüísticos: es hora de reconocer a los pueblos indígenas como sujetos de derecho público”, propuso Iturrioz Leza.

Durante la conferencia, la Coordinadora Académica de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortazar, doctora Dulce María Zúñiga, dio la bienve­nida al nuevo Coordinador de la cátedra, maestro José Tri­nidad Padilla López.