A Unos Confiscan Mercancías; a Otros les Permiten Vender en Zonas Prohibidas

“Me Están Quitando la Única Forma que Tengo Para Poder Mantenerme y Llevar de Comer a mi Casa”.

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

Ayer por la mañana inspectores incautaron a una ciudadana una charola con comida por no contar con el permiso correspondiente para vender la zona centro de Guadalajara/Foto: Francisco Tapia

Inspectores de Guadala­jara protagonizaron ayer un problema enorme para ven­dedores de comida en el cen­tro de Guadalajara.

Y es que ayer por la ma­ñana una ciudadana fue des­pojada de una charola con comida por no contar con el permiso correspondiente para vender la zona centro de esta ciudad capital.

“Me están quitando la única forma que tengo para poder mantenerme y llevar de comer a mi casa”, dijo la joven que fue despojada de una vianda en la que lle­vaba jugos, café, yogurt, y otros alimentos y bebidas que usualmente vende en el Congreso del Estado de Ja­lisco y otras oficinas guber­namentales.

Ciudadanos que presen­ciaron el acto se dijeron mo­lestos, puesto que al igual que esta joven, muchos otros se han quedado sin un empleo formal que les permita llevar de comer a sus hogares.

“Pues es que la gente no tiene trabajo y con este tipo de cosas se le complica más la vida por supuesto, sería bue­no que fueran un poquito más sensibles a las necesidades de la gente en el gobierno, por­que hay que decir que la gente no es pobre porque quiere ser pobre, además con los tra­bajos que hay y los sueldos de miseria que pagan en las empresas apenas puede uno sobrevivir”, dijo uno de los ciudadanos entrevistados por Página 24.

Los inspectores por su parte prefirieron no dar sus nombres, pues adujeron que sólo realizaban su trabajo, tal como lo mandatan las fun­ciones para las cuales fueron contratados por la administra­ción municipal.

El ambulantaje en la zona centro de Guadalajara está prohibida de acuerdo al re­glamento de comercio en es­pacios abiertos. Sin embargo, el presidente municipal Pa­blo Lemus Navarro, al ser la cabeza de la administración pública, está cometiendo ac­tos de discriminación, pues por un lado se le decomisa la mercancía a jóvenes como la ya señalada, mientras que por otro, se permite que arbitraria e ilegalmente vendedores de diversos productos, incluso los que se utilizan para el con­sumo de drogas como pipas y canalas, entre otras cosas, pueden ofrecer sus productos sin ser molestados en plazas públicas dentro del primer cuadro de la ciudad.

“A ver eso está muy mal como que pueden vender to­das esas pinches cosas que se usan para drogarse allá en la Plaza Tapatía, esta muchacha lo único que andaba hacien­do era vender café y jugos, y estos pinches corruptos de los inspectores no molestan a aquellos que venden tantas chingaderas, lo más seguro es que aquellos de la plaza estén dando dinero”, dijo por su parte la señora Matilde, otra de las ciudadanas entre­vistadas.

De esta manera la ciuda­danía cuestionó al presidente municipal Pablo Lemus y le exigió que se apliquen los re­glamentos igual para todos y no solo para algunos cuantos.