Académicos del CUCSH Realizan las Traducciones Interculturales

También Trabajan en un Diccionario en Lengua Wixárika con más de 120 mil Palabras

Con la traducción de tex­tos de índole literaria, médica, educativa, en derechos huma­nos, lingüística e historia, el Departamento de Estudios en Lenguas Indígenas (DELI), del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humani­dades (CUCSH), académicos brindan materiales técnicos y culturales para la comunidad wixárika de Jalisco.

El jefe del DELI, doctor José Luis Iturrioz Leza, ex­plicó que las traducciones se hacen bajo el enfoque de la interculturalidad, es decir, se nutre de los horizontes y uni­versos culturales del wixárika y el castellano.

“Trabajamos en la inter­culturalidad, no en una di­rección ni en la otra, sino que tenemos una visión circular de las cosas: todo contacto in­tercultural tiene que ser de ida y de vuelta como ya lo dice la misma palabra”, acotó Itu­rrioz Leza.

La traducción reciente a diez lenguas indígenas del cuento “Nos han dado la tie­rra”, del libro El llano en lla­mas de Juan Rulfo, se hizo bajo el enfoque de la intercul­turalidad, donde los traduc­tores retroalimentaron con la ayuda de sus comunidades.

Además, el DELI ha tra­ducido textos técnicos sobre derechos a la salud en las re­giones rurales, una guía médi­ca para el uso del desfibrilador y un folleto sobre el VIH/Sida; un guion elaborado para wixá­rikas y enfermeras que atien­den a pacientes en el campo.

“Este último es un folleto que explica en qué consiste la enfermedad, cuáles son los tratamientos que hay que apli­car, entre otras indicaciones de carácter médico”, dijo.

Entre los textos sobre dere­chos se encuentra la traducción al wixárika de la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, y sobre derechos de la niñez.

A la par de los textos téc­nicos, el DELI continúa con el proyecto de toponimia wixá­rika que reunirá, en 800 pá­ginas, el resultado de 30 años de trabajo de recolección en campo por los ríos, sendas tra­dicionales, caminos de mula, brechas y todas las vías de co­municación donde han levan­tado toponimia.

“No andamos lejos de 20 mil nombres para un territorio tan pequeño como el wixárika. Eso nos da una idea de con qué intensidad han vivido tradicio­nalmente ese territorio donde cada río, arroyo, riachuelo, ojo de agua tiene su nombre; yo diría que cada roca del pai­saje tiene sus nombres porque las rocas son encarnaciones de sus divinidades”, explicó el investigador.

Uno de los trabajos que también ha desarrollado el DELI es la composición del diccionario en lengua wixá­rika, cuya riqueza superó las expectativas de Iturrioz Leza en los primeros años de estudio.

“Si me hubieran pregun­tado hace años hubiera dicho que el wixárika tenía unas cinco mil palabras: tiene más de 130 mil, que supera a las 70 mil del Diccionario de la Real Academia Española. La riqueza de la lengua indígena es enorme”, subrayó el inves­tigador

Por otra parte, destacó la crónica y la memoria histórica de los wixárikas, que recupe­raron en sus propios términos.

“Había una historia que no es la de los indígenas, sino la historia de conquistadores y mestizos que, con la Revolu­ción, se adueñaron del país: nunca han sido la historia lo­cal o regional ni nacional, te­niendo en cuenta su propia vi­vencia ni el punto de vista de los wixárikas”.

Para Iturrioz Leza parte del objetivo de los trabajos es la recuperación del orgullo y au­toestima de los wixárikas.

“Los miembros de las co­munidades deben de estar orgullosos de su historia, de su tradición y de su cultura, porque es su manera de ser. Llamémoslo como sea, pero tienen que recuperar el orgu­llo de ser”, concluyó el jefe del DELI.