Poca Gente Solicita sus Servicios

Culpan a las Administraciones Emecistas que Insisten en Carritos Eléctricos, que no Gustan a Visitantes

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

“Nos dijeron que ya era un hecho que los iban a quitar y eso pues nos perjudica bastante porque nosotros sabemos que la mayoría de la gente prefiere los carruajes con animales, las calandrias que son clásicas, porque esto es parte de una tradición”, dijo un calandriero tapatío/Foto: Francisco Tapia

En franca crisis se decla­ran los calandrieros de Gua­dalajara por la poca gente que acude a sus servicios.

Ante la incesante pro­puesta del ayuntamiento de Guadalajara para que se sus­tituyan los caballos por ca­landrias eléctricas, los cho­feres de carruajes de alquiler que dan recorridos en la zona centro de Guadalajara lamen­taron que muchos de los tu­ristas no gustan de los carri­tos eléctricos y prefieren a los que son jalados por animales, sin embargo, ven con desáni­mo la posibilidad de que sean sacados de manera definitiva de circulación.

“Habían dicho que ya los van a quitar, no sabemos exactamente para cuándo, pero nos dijeron que ya era un hecho que los iban a quitar y eso pues nos perjudica bastan­te porque nosotros sabemos que la mayoría de la gente prefiere los carruajes con ani­males, las calandrias que son clásicas porque esto es parte de una tradición”, dijo uno de los choferes entrevistados por Página 24.

“Aquí hasta han hecho pe­lículas, es parte de toda una tradición que viene desde mu­chas generaciones atrás, aquí por ejemplo vino una vez Juan Gabriel y Libertad La­marque a hacer una película, entonces nos da bastante tris­teza y coraje que por parte del ayuntamiento quieran a toda costa quitar a los pobres ani­males, si es lo que le atrae a la gente, como se vive en otros países, en otras ciudades don­de también son un atractivo”, agregó.

Los recorridos en estos momentos cuestan entre 400 y 500 pesos.

Al momento además de las calandrias que son jaladas por caballos las hay también eléctricas que simulan una di­ligencia del oeste, asimismo, se cuenta con el servicio del tapatío tour y otros vehículos que llevan a los turistas a re­correr Guadalajara.