El sindicato “se adueñó” de una de las alas del parque

Deciden quienes sí y quiénes no pueden vender; lucran con el espacio público, usurpando funciones del ayuntamiento

Por Rafael Hernández Guízar

Comerciantes ambulantes confirmaron que les cobra “ilegalmente” un sindicato para permitirles vender en el Parque Revolución, mejor conocido como Parque Rojo, en Guadalajara.

María Robles, una comer­ciante entrevistada por Pági­na 24, confirmó que se trata de la Confederación Regional Obrera Mexicana, la CROM, misma que “se adueñó” de una de las alas del Parque Rojo y deciden quienes sí y quiénes no pueden vender, algo ilegal pues están lucrando con el espacio público, usurpando funciones del ayuntamiento.

“A la gente que está inscri­ta en su sindicato claro que le cobran, y yo no veo que haya ni el más mínimo apoyo. Se supone que iban a cuidar las plantas, que iban a cuidar que ningún producto de marigua­na se iba a vender y no han cuidado eso, al contrario. Se iba a juntar la basura y tam­poco se está cumpliendo, el sindicato ese (CROM) pro­metió y pidió para todo eso, yo no he visto apoyo y por eso no quiero entrar”, dijo la mujer.

Y agregó: “Yo no creo en ellos y tengo años trabajando en el Rojo, de hecho quisieron quitarnos nuestros lugares a los que ya somos viejos, para meter gente nueva que traen de los tianguis y no están respetando las reglas, y ellos cobran, deberían de prestar el servicio que dijeron. Co­bran la cuota de entrada que son 350 pesos, y creo que 90 pesos por semana, y unos ga­fetes que les iban a dar y no se los han dado, a mi hija la traían en jaque porque ella sí tuvo que inscribirse con ellos porque está del lado en el que se supone que ellos están con­trolando, para fin de que la dejaran en paz se inscribió, y tiene que pagar”.

Los comerciantes, según la mujer, están cansados de los in­tentos de extorsión que se han dado por parte no sólo de sindi­catos, sino de supuestos repre­sentantes de comerciantes que en realidad a nadie representan.

Ellos, prefieren arreglarse de forma directa con el ayun­tamiento, para que éste sea el único que les pueda cobrar por vender en dicho punto de la ciudad.

“Nosotros preferimos pa­garle al ayuntamiento que a un sindicato que no hace nada. Mire, yo estoy de acuerdo que se coopere para la barrida, pero piden que para cuidar y tampoco. Se había dicho que iban a traer gente que iba a cuida pero se hicieron puros pleitos, y a veces cobran por barrer y no barren”.

De esta forma, quedó en evidencia que dicha central obrera, a decir de los comer­ciantes, está cobrando a la ciudadanía para que usen el espacio público, algo para lo que no tiene autoridad ni re­presentación, lo cual, podría constituir un delito.