“Daña Medioambiente y Nuestra Salud”

Por Elizabeth Ríos Chavarría

Fotografía relevante a la nota.

Para la diputada de Morena, Ángela Gómez; la quema de caña “es una práctica peligrosa y de alto riesgo. Una quema a cielo abierto siempre conlleva un riesgo, tanto para quienes la realizan como para los habitantes de los alrededores, animales, instalaciones, plantaciones próximas, etcétera / Foto: Francisco Tapia

Porque si no se aplican controles más rigurosos se podría generar un daño en la salud de las personas y del medio ambiente, la diputada local de Morena, Ángela Gó­mez Ponce, presentó un ini­ciativa para que las quemas de caña en el estado se lleven a cabo bajo procedimientos menos invasivos para la so­ciedad.

La morenista explicó que el proceso productivo de la caña de azúcar conlle­va varias etapas, culminan­do con la llamada zafra, es decir, todo un proceso de quema, corte y recolección, el cual ha tenido varios se­ñalamientos en contra al grado de querer eliminar el aspecto de la quema.

“Entre los señalamientos más conocidos se puede citar la afectación a la diversidad y al ecosistema. Al realizar la quema del resto de la caña, no se prevé que el área de quema es el hogar de diversos ani­males; mamíferos, aves, roedores, insectos, reptiles, y de vegetación distinta a la caña. Al realizar la quema quedan atrapados y desgraciadamen­te mueren quemados, afectan­do la biodiversidad, el ecosis­tema y el equilibrio ecológico de la zona”.

Por si esto no fuera poco, la legisladora mencionó que estas quemas han sido señala­das como las responsables de generar trastornos en la salud de los pobladores de la zona, pues el humo y las cenizas que se liberan de estas actividades con la caña afectan de manera severa a todos los que viven a los alrededores, especialmen­te quienes padecen algún mal respiratorio, menores y adul­tos mayores.

“Es una práctica peli­grosa y de alto riesgo. Una quema a cielo abierto siem­pre conlleva un riesgo, tan­to para quienes la realizan como para los habitantes de los alrededores, animales, instalaciones, plantaciones próximas, etcétera. Deriva­do de lo anterior es impor­tante plantear la necesidad de implementar procedimientos, técnicas o mecanismos que puedan cumplir con el ciclo productivo de la caña, pero reduciendo o eliminando la tradicional quema, sin per­der de vista que la quema ha sido parte sustantiva del ciclo productivo de tan importante producto agrícola y sus deri­vados”.

Con esto, añadió, las acciones y trabajos institu­cionales se tendrían que for­talecer en aras de encontrar las mejores alternativas en la materia sin que se llegue a afectar el proceso de cose­cha con la caña.