Es un espacio ideal para fomentar la cultura y la lectura, dicen visitantes

Por Elizabeth Ríos Chavarría

Fotografía relevante a la nota.

La feria, instalada en los portales del Ayuntamiento de Guadalajara, terminará el 7 de mayo/Fotos: Francisco Tapia

A poco más de una sema­na que arrancara la edición 54 de la Feria Municipal del Libro en Guadalajara, tapa­tíos se dicen encantados de su regreso otro año más en el Centro Histórico de la ciudad; consideran que es un espacio ideal para fomentar la cultura y sobre todo la lectura.

La feria, instalada en los portales del Ayuntamiento de Guadalajara, se llevará a cabo del 22 de abril y hasta el 7 de mayo. Desde temprano se aprecia a los encargados de los puestos acomodar los libros y aunque en esencia se respira un ambiente más tranquilo, lo cierto es que los primeros interesados se dejan ver para curiosear entre los diversos títulos que las edi­toriales han preparado para estas semanas.

Roberto, encargado de uno de los stands de libros, platicó que aunque por las mañanas la clientela está más floja, sí ha notado que, conforme avanza cada edición de la feria, se ven cada vez más personas intere­sadas en adquirir algún libro o simplemente disfrutar de las presentaciones que se prepa­ran a propósito del evento.

“Dependiendo dónde estés ubicado es como te va más o menos, ahorita porque es tem­prano es poca la gente, pero sí veo que ya hay más los que se adentran en toda la feria a pasearse por todos los puestos y no solo los de enfrente. Y te llega de todo, me preguntan por libros de literatura juve­nil, de autoayuda, hasta libros de textos”.

La Feria Municipal del Libro en Guadalajara es tradi­cional por excelencia y es por ello que tanto chicos como grandes son los que no pier­den oportunidad de acudir ya como una actividad de cada año, expectantes ante la po­sibilidad de encontrar algún título el cual pueda sumar a su colección de libros.

“Yo vine por primera vez hace como cuatro años más o menos. Un maestro de li­teratura de la escuela nos lo recomendó para que salié­ramos un poco de la rutina con la FIL. Obvio es más pequeña (la feria) pero está súper bien porque te puedes organizar y rascar algunos títulos. De repente encuen­tras alguno y ahí le vas agre­garon más a la colección, la verdad no me la pierdo”, manifestó Bruno Solís.

“Las presentaciones son lo mejor, es la oportunidad de conocer no solo a más autores tapatíos, sino editoriales in­dependientes que buscan precisamente fomentar más lo local. Hay de todo ahora sí, te puedes venir y si no quie­res revisar el programa es un volado lo que te puedes en­contrar. El otro día me topé con un taller, pero también me quedé a la presentación de un libro sobre fantasía y fábulas”, agregó Gustavo Nava.

Aunque algunas grandes librerías no pueden faltar en la feria, también hay una canti­dad considerable de medianas y pequeñas más locales que buscan, al igual que muchas otras, poder llegar no solo a más personas sino impulsar a autores tapatíos que de otra manera quizá no podrían ser vistos o escuchados, en un evento tan popular con mucha historia del que muchos cada vez más disfrutan.