La opción ante crisis económica

Por Elizabeth Ríos Chavarría

Fotografía relevante a la nota.

En Plaza Liberación hubo cuentacuentos, lluvia de caramelos, conciertos y otros shows de música, marionetas, talleres de cometas y papalotes, entre otros/Fotos: Francisco Tapia

Con la finalidad de aho­rrarse un poco de dinero y al mismo tiempo involucrar a toda la familia en actividades varias, docenas de padres lle­varon a sus pequeños al Cen­tro Histórico de Guadalajara para celebrar el Día del Niño.

Con globos en mano, dis­frazados o pintados de su per­sonaje favorito, fue como se vio a algunos pequeños duran­te el fin de semana, emociona­dos por la idea de pasar una tarde en familia a fin de dis­frutar de las actividades dia­rias, como el carrusel gigante, o descubrir otras más que por su día hubo en varios puntos de la ciudad.

En este último sentido, el ayuntamiento de Guadalajara preparó una serie de activida­des en Plaza Liberación para el disfrute de chicos y grandes, con una lista bastante variada que incluyó cuentacuentos, lluvia de caramelos, concier­tos y otros shows de música, marionetas, talleres de come­tas y papalotes, así como el ingreso gratuito a museos de la zona.

A decir de algunos padres, que platicaron para Página 24, estas alternativas fue­ron perfectas para quienes no contaban con los suficientes recursos económicos para llevar a sus pequeños a otras partes, sin dejar que se pierda la esencia de un día como el celebrado: hacer que los niños disfruten por ser ellos.

“Habíamos visto en redes  (sociales) algunos eventos, la verdad no estábamos tan en­terados (del programa), pero nos lanzamos sabiendo que sí íbamos a encontrar qué hacer. Nos fuimos a desayunar al McDonals y ya nos subimos al carrusel, tardamos algo, pero mis niños se la pasaron muy bien”, expresó Aldo Rosas.

“Vamos a entrar a la Casa de los Perros y saliendo es­peramos ver el carrusel más desocupado. A mi hija le gusta mucho venir al centro así que nos quedó perfecto. También creo que se necesita que tome­mos estos espacios y aprove­char lo que se ofrece por acá, y de paso nos ahorramos unos pesos porque ya nada es barato hoy en día”, agregó Hortensia Madrigal.

Las pelotas, otros juguetes y el color en general persistió desde temprano, e incluso des­de un día antes, y aunque las risas y la diversión no se per­dió, conforme avanzó el día la concurrencia aumentó, sus­citando que familias también optaran mejor por cambiar sus planes.

“Teníamos una idea de lo que nos íbamos a encontrar, sí quisimos desayunar por acá pero hay mucha gente por to­dos lados. Quizá nos quede­mos un rato por acá (en Plaza Liberación) con algunas de las actividades, pero imagino que al final mejor nos moveremos a un parque o algo, esto está llenísimo y con el sol se hace difícil ver las atracciones”, ex­puso Rosa Isela de la Cruz.

En este caso no solo el Centro Histórico, sino restau­rantes, cafeterías, tiendas de juguetes y demás estableci­mientos de la zona se vieron más concurridos y activos por el Día del Niño, lo que suscitó un ambiente todavía más vivo para el disfrute de chicos y grandes.