Toneladas y toneladas de elotes se venden a diario en el mercado de Los Elotes, en Guadalajara.

Enclavado en el barrio de Analco, este mercado es el cen­tro de distribución del principal cultivo para la alimentación de los jaliscienses,

“De aquí se surten, vienen varias personas del mercado Felipe Ángeles, del Abastos, del Acalde, del Campesino, aquí vienen a comprar los elotes, de aquí se los llevan por tonela­das, ellos se los llevan para venderlos allá al menudeo, aquí es donde se puede comprar desde un camión lleno hasta un elote, aquí se le llama la matriz de los elotes”, dijo Efraín Carrillo, propietario del local de elotes conocido como “El Tuxpan”.

Indicó que él a diario comercializa alrededor de entre tres y cinco toneladas de elote blanco, su fuerte, es la venta para los demás merados de la ciudad.

Pero dijo que también el elote amarillo es de alto consu­mo por la ciudadanía: “Ese es más caro porque esa semilla es más cara, lleva más proceso, es el dulce, el que se le conoce como americano, sale a siete pesos la pieza, casi el doble que el blanco, se vende menos que el blanco, apenas va agarran­do fuerza, tiene como seis años que empezamos a ofrecerlo al público, se lo llevan mucho para los niños, y del municipio de El Grullo es de donde más lo traen”.

A este mercado llegan a diario camiones llenos de elo­tes provenientes de estados como Guanajuato, Michoacán, Colima, Nayarit, y hasta de Sonora, aunque es del mismo estado de donde se compra la mayor cantidad de elotes a los productores locales.

Y los precios son verdaderamente accesibles en este mer­cado. Cada pieza de elote blanco se consigue en alrededor de cuatro pesos, mientras que el elote rebanado cuesta 30 pesos el kilo.

Pero es en este mismo mercado donde se vende la hoja del elote, la que es indispensable para la realización de los tamales, el costo es de aproximadamente 25 pesos el kilo.

Por ello, los locatarios de este sitio destacaron la impor­tancia de este centro de negocios, donde hace falta que haya más vigilancia por parte del ayuntamiento, pues pese a su gran importancia comercial, está en pésimas condiciones.