Colectivos urgen nuevo modelo de gobernanza de gestión del agua

Por Elizabeth Ríos Chavarría

Con la finalidad de trabajar en una iniciativa para Jalisco que garantice el agua como derecho humano, ayer en el Congreso del Estado se llevó a cabo un conversatorio sobre el tema.

En el marco del Día Mundial del Agua, que se conmemoró el 22 de marzo, la diputada Claudia García Hernández (Morena) organizó mencionado encuentro en el que expertos hablaron sobre la situación hídrica de estado y las acciones que se tienen que realizar para el abastecimiento de agua potable, para la cooperación entre todos los implicados y suscitar un marco legal que haga esto posible.

Entre los puntos abordados salió el tema del río Santiago y la urgencia por implementar un modelo nuevo de gobernanza de gestión del agua, de mejorar el tratamiento y manejo de residuos sólidos, de establecer plantas de tratamiento, de desarrollar programas para evitar la deforestación y sobre todo de una mayor supervisión por parte de la Conagua a las empresas establecidas en la cuenca Lerma-Chapala-Santiago.

“Algunas de las alternativas que hemos emprendido nosotros por nuestra cuenta, pues son desde impulsar la reforestación. También hemos impulsado la captación de agua de lluvia en el campo, para que no se vaya esa agua limpia al agua sucia del río Santiago, el manejo sustentable de distintas producciones, porque no solo es el río el contaminado sino los afluentes cercanos”, expresó José Casillas, del colectivo Pueblos Originarios de la Barranca.

Se planteó además implementar políticas públicas para preservar el agua de la mejor manera y que la población la reciba con calidad, así como plantear acciones que hagan frente a los conflictos ambientales, como la vigilancia de la explotación de los acuíferos.

A decir de la diputada Claudia García, la problemática del agua en el mundo es cada vez más crítica y México no es la excepción, ya que se estima que en las ciudades se desperdicia el 40 por ciento del agua por fugas en las redes de abastecimiento; en tanto que solo el 47.5 por ciento de las aguas residuales recolectadas recibe tratamiento.

“Creo que todos tenemos claro que esta problemática es compleja, su origen tiene varias décadas de inacción de todos los niveles de gobierno, de la falta de apego a la normatividad, a la carencia de un modelo integral que tome en cuenta todo el ciclo del agua, de la escasez de presupuesto y sin duda a la existencia de corrupción. Tenemos como sociedad al menos dos opciones: la primera es dejar que todo siga igual, no hacer nada para que todo se siga deteriorando o la otra ruta es que todos los involucrados nos sentemos a dialogar, escuchar y proponer el cómo sí podemos empezar a resolver este complejo problema”.