Daniela exige respuestas a la UdeG, a Enrique Alfaro y al Poder Judicial
Por Rafael Hernández Guízar
“Justicia simulada no es justicia” y “David no es un profesor, es un abusador”, retumbó ayer por la mañana en las calles de la colonia Americana, en Guadalajara, la rectoría de la Universidad de Guadalajara fue el escenario de una peculiar manifestación.
Daniela Báez, una jovencita que fue víctima de abuso sexual infantil a manos de su profesor en la escuela preparatoria regional de Chapala se manifestó ayer en la rectoría de la casa de estudios, fue también a Palacio de Gobierno y al Consejo de la Judicatura, la consigna era la de exigir justicia en su caso, pues ninguna de las instituciones la apoyó; incluso desestimaron su denuncia presentada en la Fiscalía General del Estado (FGE).
Con alrededor de casi un centenar de personas, Daniela Báez hizo un llamado enérgico al rector general de la UdeG, Ricardo Villanueva Lomelí, para que le diera respuestas.
“A la Universidad de Guadalajara: que me sea transparentado, en su totalidad, cuáles acciones ejercieron y qué resolutivos se acordaron desde la presentación de mi denuncia, la separación del cargo de mi agresor y qué cuerpo normativo fue aplicado. Además, exijo que se me informe qué medidas se han tomado en contra de Juan Ramón Álvarez López y Anel Mendoza Padilla, director y orientadora educativa, respectivamente, en el momento que se suscitaron los hechos debido a las omisiones que presentaron cuando se enteraron de mi asunto en 2015”, dijo.
Recordó que fue obligada a sostener relaciones sexuales con su profesor, toda vez que este le daba alcohol, y que incluso la grabó desnuda practicándole sexo oral, arma que usaba constantemente para amagarla y obligarla a repetirlo.
Hizo también un llamado al gobernador Enrique Alfaro Ramírez, a quien le exigió que no deje que su caso quede en el olvido, ya que el ministerio público cometió varias arbitrariedades en la presentación de la acusación formal al imputado.
“Al Gobierno del Estado de Jalisco: que cese sus omisiones en materia de prevención, atención y sanción a la violencia de género que azota de manera tan impune a nuestra entidad y que evite la generación de discursos que revictimicen a las mujeres”.
En punto de las 10:30 de la mañana, Daniela en compañía de su madre, hermanos, amigos, familiares y simpatizantes a su causa, encabezó la protesta en el edificio administrativo de la casa de estudios.
De ahí, caminaron hasta el Palacio de Gobierno, donde entregaron un escrito para exigir la actuación inmediata del mismo Enrique Alfaro. Fue recibido este por la Subsecretaría de Asuntos del interior y luego de casi dos horas de protesta, fueron a hacer lo propio al Supremo Tribunal de Justicia y al Consejo de la Judicatura del estado de Jalisco.
Ahí se le prometió que abrirían una investigación contra el juez de oralidad que atendió su caso el año pasado, pues este es acusado de obstaculizar el proceso y de no excusarse por un “conflicto de intereses”, ya que juzgó a un maestro de la universidad de Guadalajara, cuando él mismo es profesor adscrito a la División de Estudios Jurídicos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).