Incluso el gobernador Américo Villarreal se refirió a Areli sin mencionarla por su nombre

Por Luciano Campos

Marzo 8, Matamoros, Tamaulipas (apro).– Areli Pablo Servando, de 33 años de edad, es la mexicana que mu­rió por una bala perdida el viernes 3 de marzo pasado en esta ciudad, du­rante el secuestro a balazos de los cuatro ciudadanos estadunidenses que fueron posteriormente rescatados por autoridades mexicanas.

Familiares y amigos se sienten in­dignados por la forma en que ha sido ignorada la joven por autoridades de México y Tamaulipas, que no han mencionado siquiera su nombre en el recuento de las personas afectadas en el fatídico tiroteo ocurrido en las calles Primera y Lauro Villar, de esa frontera.

También se sienten enfadados de­bido a que, “como un invento” se ha mencionado que la fallecida mexicana era madre soltera cuando, en realidad, no tenia descendencia y era apegada a la Iglesia pentecostés, en la que per­maneció hasta el fin.

Incluso esta mañana, en su visita a esta ciudad fronteriza, el gobernador Américo Villarreal Anaya se refirió a Areli, sin mencionarla por su nombre, como una mujer que fatídicamente fue alcanzada por las balas cuando salía de su trabajo, a unos 100 metros de distan­cia de donde ocurrieron los hechos.

Aclaró que su familia ya es respalda­da por el estado y por el municipio.

Pablo Servando era integrante de la Asociación de Jóvenes Embajadores del Poder Pentecostés, en la Iglesia Cristia­na Pentecostés Maranatha, en la colonia Delicias, donde el pasado martes fue ve­lada.

El martes, en conferencia de prensa que ofrecieron desde la Ciudad de Méxi­co, Villarreal Anaya y el Fiscal Irving Barrios revelaron que fueron rescatados en una casa de madera del ejido Los Te­colotes los cuatro ciudadanos estaduni­denses que fueron secuestrados, al pare­cer, a causa de una confusión.

Hallaron sin vida a Shadeed Woodard y Zindell Brown; Eric Williams estaba vivo, aunque herido en una pierna, mien­tras que Latavia McGee fue encontrada ilesa.

Las dos personas que se encontra­ron con vida ya fueron entregadas a las autoridades de Estados Unidos. En tanto que los restos de los fallecidos permane­cían hasta esta tarde en instalaciones del Servicio Médico Forense de esta ciudad.