Como resultado del fenómeno de “La Niña”

Por cuarto año consecuti­vo en Jalisco se prevén condi­ciones de sequía de moderada a severa, lo que afecta a dis­tintos municipios del estado como resultado del fenómeno de “La Niña”, que también podría traer consigo un tem­poral de lluvia abundante y un periodo de estiaje intenso.

Febrero ha cerrado prác­ticamente con ausencia de lluvias y se espera que esta tendencia se repita en marzo; además, en los próximos dos meses podrían presentar con­diciones más secas, explicó la doctora Valentina Davydova Belitskaya, profesora del De­partamento de Ciencias Am­bientales, del Centro Univer­sitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la UdeG.

“No se presentaron condiciones favorables a pesar de la intensa temporada de lluvias de 2022; la sequía per­maneció y creció llegando al periodo de invierno y prima­vera”, detalló.

Debido al fenómeno de “La Niña” se podría esperar un retraso en la temporada de lluvias, además de que esta situación podría comprometer el abasto de agua en Guadala­jara, debido a la capacidad y abastecimiento de cuerpos de agua como el Lago de Chapa­la y la Presa Calderón.

“Las condiciones de sequía crecen a lo largo del tiempo, y llegando hacia la tempora­da de lluvias debemos espe­rar las condiciones de déficit de agua, tanto en los cuerpos de agua como en los abaste­cimientos domésticos; mu­chas colonias de la ciudad de Guadalajara una vez más se enfrentarán con el problema de abastecimiento de agua”, subrayó.

Resaltó que a finales de fe­brero el Lago de Chapala se encontraba al 61 por ciento de su capacidad, y consideró que a pesar de que mucha agua se pierde en el proceso de eva­poración, el abasto de este cuerpo de agua depende de las precipitaciones que capte la Cuenca Lerma-Santiago-Pacífico.

Sin embargo, precisó que los niveles de abasto de agua se empezarán a notar después de los primeros dos meses de haber iniciado el temporal de lluvias. “Todo depende del fe­nómeno de ‘La Niña’ y, por lo pronto, no marca señales de su debilitamiento o retiro”, dijo.

Temporal para sanar bosques

Davydova Belitskaya re­saltó que incendios forestales como los ocurridos en el bos­que de La Primavera podrían prevenirse a través de mapas de riesgos y anticipar los da­ños potenciales a las áreas verdes de la ciudad.

“Este tipo de proyectos podrían ayudar, vigilar y esta­blecer monitoreo y vigilancia permanente en las regiones donde se detectan riesgos de alto a medio para los incen­dios forestales”, dijo.

No obstante, manifestó que es necesario que los bos­ques recuperen su humedad después de estos incendios; un proceso que se agiliza gra­cias al desarrollo de la tempo­rada de lluvias y que, por el contrario, durante las sequías es más difícil proteger estos espacios.

“La falta de cuerpos de agua, arroyos, etcétera, que se secan a lo largo del periodo de estiaje no permiten mantener la humedad del suelo y, por consiguiente, el incendio se propaga rápidamente, sobre todo con presencia de vientos de moderados a intensos”, ex­puso.