Buscan que tengan acceso a este derecho básico

Por Elizabeth Ríos Chavarría

Porque la salud es un de­recho constitucional al que la­mentablemente no todos tienen acceso, el regidor de Morena en Guadalajara, Salvador Her­nández, impulsará una inicia­tiva para que comerciantes de tianguis tengan garantizados los servicios de salud cuando su­fran algún accidente durante su jornada laboral.

A decir del morenista, en la ciudad existen alrededor de 166 tianguis con 75 mil co­merciantes que se podrían ver beneficiados en caso de que su propuesta sea avalada por el pleno de Guadalajara.

“Esta concepción de salud implica una mayor protección para los tapatíos, así como mayor compromiso adminis­trativo y económico por par­te del municipio”, expresó el edil de oposición.

Detalló que su propuesta concreta es que los trabaja­dores de estos espacios de comercio se integren a un programa de salud y seguri­dad ocupacional, por lo que con esto se impulsarían mejo­res prácticas para que puedan contar con un seguro contra accidentes durante su labor.

Recordó que un proyecto similar se aplica en el muni­cipio de Zapopan, en donde los tianguistas cuentan con una protección contra acci­dentes los días que realizan su trabajo, por lo que enfatizó la pertinencia de su propuesta en Guadalajara.

“Este tema se ha trabajado de la mano con la Comisión de Desarrollo Económico que preside Carlos Lomelí, la Co­ordinación General de Cons­trucción de la Comunidad y la Dirección de Desarrollo Eco­nómico. Esto es un proyecto que engloba hasta la misma regularización de los tianguis y me congratulo que vamos avanzando y vamos avanzan­do muy bien”.

Carrusel es un fraude

Luego de que un medio de comunicación expusiera de manera reciente que el ca­rrusel gigante que adquirió el ayuntamiento de Guadalajara lo compró con un sobreprecio de por lo menos 15.7 millo­nes de pesos, la regidora de Morena, Candelaria Ochoa, aseveró que esta atracción ha resultado ser un fraude.

La morenista recordó que en más de una ocasión han alzado la voz por las múlti­ples irregularidades con las que se adquirió esta atracción –que se encuentra en el Jardín Reforma–, pues además de anomalías con la empresa que vendió el carrusel, el juego por sí mismo no cumple con las especificaciones pautadas en el contrato.