No la han inaugurado y ya está llena de graffiti y excremento
Que de una vez por todas concluyan para liberar el paso a la circulación, exigieron
Por Rafael Hernández Guízar
Ni siquiera se ha terminado de instalar la obra de arte denominada “El Palomar”, en el Paseo Alcalde de Guadalajara, y ya está llena de graffiti y excremento.
Se supone que tendría que estar concluida la obra de ampliación del Paseo Alcalde coronada por El Palomar, al cruce con la calle Leandro Valle pero ni una cosa ni la otra, solamente suciedad tierra y desechos fecales se aprecian por doquier.
“Eso es lo que nos molesta porque se supone que ya tenía que estar terminado y nomás no terminan, y mientras tanto pues los comercios estamos siendo afectados porque ya no puede pasar nada ni nadie para llegar a nuestros negocios, y además que pues nos está llegando a la tierra todo el tiempo, todo el tiempo se nos llena de tierra lo que vendemos las instalaciones y se nos están echando a perder los materiales, y pues sería bueno que ya se pusieran las pilas los del gobierno porque esto nos está llevando a la quiebra”, dijo uno de los comerciantes entrevistados.
“Lo que vemos es que de verdad pues como que en el gobierno no tienen apuración porque se supone que para el 14 de febrero ya tenía que estar todo listo y pues como usted se puede dar cuenta todavía les falta un montón para terminar, además de que esta obra pues no sirve de nada solamente es dinero pagado y tirado a la basura, nosotros lo que decimos es que mejor debería de invertirse ese dinero en otras cosas que sí valgan la pena, por ejemplo pues en seguridad para la gente, en arreglar las calles o que sirven las lámparas, esas cosas que sí son importantes no una cosa como esta que a nadie le sirve, ni modo que venga la gente de todos lados a tomarse una foto con esto, es una burrada lo que están haciendo” , agregó.
Los alrededores de la continuación del paseo alcalde lucen en pésimas condiciones pues todavía se encuentra personal de una empresa constructora colocando losetas del adoquín.
La molestia de los comerciantes se debe principalmente a que no hay fecha cierta para la terminación de la obra.
Desesperados por los daños que han ocasionado a sus negocios y las pérdidas económicas, los comerciantes exigieron al ayuntamiento tapatío, y muy concretamente al presidente municipal Pablo Lemus Navarro, celeridad en los trabajos pues vienen de una pandemia que los dejó en números rojos, algo que sin duda complica la posibilidad de ser solidarios y seguir esperando a que concluyan las obras.