La respuesta a la movilidad es planear la ciudad, insisten

El problema de movilidad del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) requiere de una planeación adecua­da, tanto en infraestructura vial como en un transporte público eficiente que atienda la demanda de usuarios y la promoción de alternativas no motorizadas, y no reducirlo a la construcción de un segun­do piso en la avenida López Mateos como pretende el go­bierno estatal, coincidieron especialistas del Centro Uni­versitario de Arte, Arquitectu­ra y Diseño (CUAAD) de la UdeG.

En la mesa de discusión inaugural “¿Y ahora resul­ta que el problema es López Mateos?”, del coloquio “Se­gundo piso. ¿Solución para la avenida López Mateos?”, en la Biblioteca Pública del Esta­do (BPEJ) Juan José Arreola, la investigadora del Departa­mento de Proyectos Urbanos del CUAAD, doctora Adriana Inés Olivares González, dijo que el municipio de Tlajo­mulco de Zúñiga es uno de los casos emblemáticos de la mala planeación que se está repitiendo en otras zonas de la ciudad.

Detalló que en una década casi duplicó el número de ha­bitantes a 416 mil 727 mil con complejos inmobiliarios, y aumentó la superficie urbani­zada en 30 por ciento, al pasar de 8 mil 331 hectáreas a 10 mil 641. El número de perso­nas que viven en el municipio carecen de servicios básicos y de transporte público, pues en 2010 había 238 unidades y para 2020 apenas 262; mien­tras que el número de automó­viles pasó de 20 mil 600 a 109 mil unidades, es decir, cinco veces más, y el número de motocicletas incrementaron de tres mil 831 a 30 mil 061 en una década.

Olivares González seña­ló que al menos en 2015 los traslados interlaborales que los habitantes de Tlajomulco tienen entre Guadalajara, Za­popan, Tlaquepaque y El Sal­to representaban cerca de 30 por ciento del total de viajes diarios; de éstos, 42 por cien­to son realizados en transpor­te público y sólo 29 por cien­to en automóviles.

Recordó que de acuerdo con parámetros de ONU Há­bitat, los viajes interlaborales no deben de superar los 30 minutos de duración. En el caso de quienes viven en Tla­jomulco y se trasladan a otras zonas a trabajar, en coche o en camión, 19 por ciento de estos recorridos son en menos de 30 minutos, 16 por ciento en 15 minutos y 50 por ciento de los desplazamientos impli­can de más de 30 minutos.

“Esto se llama no tener vida, vivir en un autobús; no

podemos seguir afectando la vida de la gente por intereses inmobiliarios, ese es el resu­men. Y ¿qué pueden hacer con el Plan de Ordenamien­to Territorial de la metrópoli (POTmet)? Nada. No tene­mos un gobierno metropoli­tano porque nuestra ley no lo establece; tenemos gobiernos municipales y dependemos de la buena voluntad de los presidentes municipales para colaborar en una idea conjun­ta de ciudad”, denunció Oli­vares González.

La académica del Departa­mento de Proyectos Arquitec­tónicas del CUAAD, doctora Isabel López Pérez, dijo que mientras el POTmet no sea aplicado mediante una legis­lación no abonará a mejorar la ciudad, pues a pesar de tener información relevante para la ciudad, si no se establecen mecanismos de gobierno me­tropolitano, será difícil que sus planteamientos se puedan llevar a la acción puntual.

Recalcó que para hacer frente al caos vial que signi­fica la avenida López Mateos es importante desincentivar el uso del automóvil, buscar for­mas de movilidad no motori­zadas, descentralizar los ser­vicios, gestionar transportes públicos eficientes y generar una ciudad caminable en 15 minutos.

Puso como ejemplo las estrategias de ciudades como Valencia, España, donde una de sus avenidas principales fue reducida de 12 a 6 carri­les con criterios de susten­tabilidad y de posibilitar las nuevas formas de vivir la ciu­dad; o como París, que está generando las llamadas “zo­nas 30”, cuya infraestructura permitirá que las personas se puedan trasladar en menos de 30 minutos entre su casa, su trabajo y los espacios de diversión.

El arquitecto Héctor Gar­cía Curiel, investigador del CUAAD, afirmó que no hay un modelo de ciudad que el gobierno estatal y los munici­pales sigan con claridad, pese a que el POTmet fue un ins­trumento creado para tal fin.

Agregó que el proyecto del segundo piso en aveni­da López Mateos promueve una mayor motorización de la ciudad y tendrá un impacto en la contaminación y en la calidad de vida, debido a que se plantea como una vialidad por la que hay que pagar pea­je, contrario a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que plantean ciudades y comunidades sostenibles, la reducción de las desigual­dades y salud y bienestar para las personas.

“Habría que insistir en otro tipo de acciones que no sean el uso del automóvil; tenemos una ciudad dispersa, con una desigualdad social de las más altas de México, como es el caso del municipio de Zapo­pan. Este tipo de obras abso­lutamente en nada contribuye a mejorar esos indicadores”, señaló.

CUAAD