Estamos peor que antes, lamentan ciudadanos

Decenas de personas esperan que se haga justicia con sus familias, en tanto que la falta de celeridad causa estragos en multitud de casos

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

En el juzgado 10 de lo familiar de la Ciudad Judicial de Zapopan las cosas van de mal en peor, acaban de cambiar de juez y los procesos están prácticamente detenidos, hecho que afecta a miles de personas con casos abiertos/Foto: Francisco Tapia

En el juzgado 10 de lo fa­miliar de la Ciudad Judicial de Zapopan, las cosas van de mal en peor, acaban de cam­biar de juez y los procesos es­tán prácticamente detenidos.

Érika, una mujer que des­de hace tres años no ha podi­do ver a su hija tras habérsele retirado a la fuerza por su ex­pareja, sentenció que es abe­rrante que no sabe si su hija está viva o no, y pese a su desesperación no hay autori­dad que le ayude.

“Pues yo no sé si mi hija está viva, n sé si están ha­ciéndole algún daño, aquí el juez no me ayudo, es más me dijo hace unos días que a él le valía madre y que le hiciera como quisiera, que él ya se iba y sí, ya se fue, entró un nuevo juez pero pues hay mu­chos asuntos que están dete­nidos así que no sé cuándo me va a tocar a mí que me puedan ayudar”, dijo en entrevista con Página 24.

Y es que al igual que ella, muchas otras mujeres han acudido a la redacción de Pá­gina 24 para solicitar apoyo que se publiquen sus historias a que por más que han inten­tado recuperar a sus hijos han sido totalmente ignorados por el juez en turno –a excepción del actual que acaba de lle­gar–, lo algo que ha causado daños enormes en sus meno­res.

“Pue somos muchas muje­res las que tenemos el mismo problema, y es que no hay avances, eso es increíble, no sé qué es lo que están espe­rando aquí, no sé si por no tener dinero para dar no nos hacen caso, o si es que ellos son influyentes, no lo sé y no me interesa, lo que yo quiero y necesito es poder ver a mi hija, no me interés decir ni ha­cer otra cosa que no sea ver a mi hija, ya o puedo estar sin ella, ella está creciendo sin mí, ya cuando me toque verla a lo mejor ya ni va a querer verme a mí porque no sé qué tantas cosas le haya dicho su papá”, indicó.

Pero el asunto se pone cada vez peor, pues para esta mu­jer la semana pasada fue aún más complicada ya que esta­ba programada una audiencia de escucha de menor, su hija debía haber sido presentada ante el juzgado y el papá de la niña se negó a llevarla; ahora tiene más miedo aún de que la niña esté siendo víctima de abusos, incluso peor, no sabe si su hija está viva o no.

“Yo lo que quiero decir es que si mi hija llega a sufrir por algo, o le pasa algo, es culpa del juzgado porque no me dejan verla y no obligan a su papá a que la muestre, no lo obligan a que la lleve al centro de convivencia, se está burlando de todos”, finalizó.