Se pasan resoluciones judiciales y sellos de clausura por el arco del triunfo: Vecinos
Por Elizabeth Ríos Chavarría
A pesar de los amparos ganados y las denuncias interpuestas para detener las obras, vecinos del Parque San Rafael se dicen desesperanzados por cómo el Siapa continúa con los trabajos aun con las afectaciones generadas a la zona.
Vecinos llevan la batalla desde hace años para detener la construcción del colector pluvial en el parque por todos los daños que se causarán en el lugar, y aunque la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró su construcción el pasado 5 de diciembre, lo cierto es que en el parque los trabajos siguen y es por ello que activistas advirtieron que no dejarán de luchar hasta recuperar el lugar.
A decir de Gabriela Cervantes, del colectivo Unido por Jardines de la Paz y Colonias Aledañas A.C., el incumplimiento de autoridades ha sido tal que las labores siguen hasta de madrugada, al grado de utilizar ciertas herramientas para alejar a los loros que pernoctan en el parque.
“Lo que nosotros vemos es la premura por terminar la obra, están trabajando hasta deshoras de la noche, a veces son las 12 o 1 de la mañana y siguen con el ruidajo, con el trabajo, y la verdad es que es muy desgastante para vecinos porque muchos dicen que a partir de que comenzaron con las máquinas se sienten muchas vibraciones en sus casas y se empiezan a hacer fisuras. Hay vecinos que sienten que por debajo del suelo se escucha gente”.
Recordó que el incumplimiento de autoridades ha sido doble, ya que ellos obtuvieron una suspensión definitiva el año pasado para que no se tale ningún árbol dentro del parque, así como en los tramos de salida y entrada del vaso regulador. A esto se sumó la clausura que no surtió efecto, pues casi al instante los encargados de la obra retiraron los sellos de Profepa.
Si bien se tienen dos amparos más en revisión, implementados por vecinos, Cervantes no dejó de mencionar que persiste un sentimiento de desesperanza pues aún con la clausura y ahora la denuncia penal de la Profepa ante la Fiscalía General de la República, las obras continúan y en cambio se genera más y más daño.
”El sentimiento que tenemos es de desesperanza y de frustración, porque haces todo lo posible como ciudadano para hacer valer la justicia, pero el problema que vemos es que al menos en Jalisco no existe el acceso a la justicia, menos en el tema ambiental, porque se interponen más los recursos económicos de quienes de alguna manera sustentan estas obras. En este caso el gobierno que mete presión a los juzgados, presenta recursos y hace dilatorios los procesos (…). Independientemente de todo vamos a seguir luchand””, añadió.