Lamentan ciudadanos ante aumentos en la canasta básica
Ni trabajando los dos cónyuges alcanza para cubrir lo básico
Por Rafael Hernández Guízar

Productos indispensables para la alimentación como el huevo está en 50 pesos el kilo, y las tortillas se venden en 24 pesos el kilo, por lo que muchas personas que ganan el salario mínimo difícilmente pueden alimentarse ellos y sus familias/Foto: Francisco Tapia
Jaliscienses lamentaron que la crisis económica y los aumentos en los precios de la canasta básica los está “matando de hambre”.
Y es que productos tan indispensables para la alimentación como el huevo que está en 50 pesos el kilo, y las tortillas que se vende a partir de 24 pesos el kilo, hace que muchas de las personas que ganan apenas arriba del salario mínimo puedan escasamente alcanzar a alimentarse ellos y sus familias.
“Pues que nos estamos muriendo de hambre, si apenas alcanza uno a comer, por decir, al día, mínimo se gasta uno entre 200 y 300 pesos para comprar la comida, y eso no comiendo mucho, apenas algo tranquilo, yo por ejemplo, gano mil 700 a la semana, y con eso pues ya no alcanza, gracias a Dios mi señora vende cosas y ahí más o menos la llevamos, porque si fuera nomás con lo mío no la hacemos”, dijo uno de los entrevistados.
“Ella tuvo que ponerse a sacar dinero también porque ya con lo mío no nos ajustaba, y ahora pues es eso lo que nos ayudó, más o menos andamos ganando lo mismo y apenas logramos sacar los gastos porque hay que pagar renta y comida, y nomás porque así que uno diga lujos, no, ya no se puede a veces uno ni dar un gusto”, agregó.
Y es que para muchos, comprar carne es casi un lujo, lujo que pocas veces al mes se pueden dar.
“Una vez o dos a la semana, y no más, porque no ajusta, está carísima la carne, está a 200 pesos el kilo, de bistec, y ya así que chorizo o algunas otras cosas pues también, cuando se puede, pero casi pura verdura y soya y esas cosas, un poco de jamón y salchicha, pero no es como antes que uno podía comer carne diario”.
La problemática afecta a un gran sector de la población jalisciense, y es en la ciudad donde los problemas se agudizan por el encarecimiento de los precios de los alimentos, lo cual logran sortear la mayoría acudiendo a los tianguis, mercados y centrales de abasto, donde se puede encontrar un poco por debajo de lo que cuesta comprar en los supermercados.