Ya son dos semanas sin el servicio, truenan vecinos

Por Rafael Hernández Guízar

Ya son 15 días sin agua en el fraccionamiento El Mirador, en El Salto, veci­nos se manifestaron tanto en el ayuntamiento como en la constructora Balli, pero nadie les da respuesta.

Desesperados por no tener ayuda ni de quienes les ven­dieron las casas ni del ayun­tamiento, están pensando en atapar la carretera y no mo­verse hasta que les den res­puesta.

“Nosotros ya no sabemos ni qué hacer, estamos ya de plano pensando en ponernos a tapar la carretera porque vamos y pedimos ayuda y no nos ayudan”, dijo la señora Victoria, una de las molestas vecinas.

“Mire la constructora nos prometió el servicio y no te­nemos agua, y el ayuntamien­to no nos da respuesta porque dice que no le ha entregado la obra la constructora, y en la constructora dicen que ellos ya entregaron, se echan la bo­lita unos a otros. Se compro­metieron a mandar pipas y no nos han mandado nada, y las personas no tenemos agua ni para los baños, los niños no pueden ni ir a la escuela y nos prometieron que iba a haber escuelas pero tampoco”

Pero fue más allá, dijo que es todo un abuso el que se vive de parte de la construc­tora a ellos: “Mire, si mandan una pipa nos venden el agua y por ejemplo, nos llenan un tinaco de 450 litros en 150 pe­sos y eso pues hay que com­prar a veces hasta dos veces al día, imagínese de a cómo nos sale la semana, uno va comprando como se puede. Supuestamente hay una pipa del ayuntamiento pero que era para llenar una cisterna y pues nada, tampoco nos han ayudado e nada”.

Se dijeron arrepentidos de haber comprado casas en este sitio pues simplemente no hay servicios y pese a que están pagando impuesto predial, el ayuntamiento hace caso omi­so a sus peticiones.

“Siempre son excusas, que una tubería, que la bomba, y mire, somos más de tres ml personas y nosotros tenemos alrededor de 15 días ya con esto, hemos ido a todos la­dos a pedir ayuda y no hay respuesta y cuando vamos a pedir ayuda nos echan a la policía, en lugar de ayudarnos nos echan a la policía”.

No hay agua, no hay es­cuelas, no pasa el camión ni la patrulla, no hay nada que les ayude a las personas a te­ner una vida al menos con co­modidades y que les ayude a resolver necesidades básicas.