“Con dinero baila el juez”

Un desesperado padre de familia se manifestó en Ciudad Judicial exigiendo que avance su caso; ha mostrado pruebas de las irregularidades y pedido que la mamá de la niña sea apercibida, multada y que se apliquen otros medios de apremio para que pueda ver a la menor, pero nada ha sucedido

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

Un desesperado padre de familia acusó al juez Miguel Ángel Estrada de ir contra los derechos de su hija menor, a la que no ha visto desde hace tres meses; además, el afectado indicó que la familia de su expareja sentimental ha abonado a que esto suceda, pues son personas de alto poder económico/Foto: Rafael Hernández Guízar

Un padre de familia deses­perado por no ver a su hija se manifestó ayer en Ciudad Judi­cial de Zapopan, acusó dilación y parcialidad del juez Cuarto de lo Familiar.

Se trata de Juan Pablo Jimé­nez Barragán, un desesperado padre de familia que acusó al juez de ir contra los derechos de su menor hija a la que no ha visto desde hace tres meses, pero además indicó que la fami­lia de su expareja sentimental ha abonado a que esto suceda, pues son personas de alto poder económico.

“Llevo tres años en el caso. Tuve una pareja con la que tu­vimos una nena que está por cumplir cuatro años, no nos ca­samos, vivimos juntos y nos se­paramos porque ella esperaba una vida de lujos que no pude cumplir, iniciamos un asunto legal y yo le demandé la cus­todia y ella tiene un problema psiquiátrico, y vi en ella una persona que estaba con muchos problemas, esto se ha tornado violento y me han agredido en varias ocasiones, lo tengo gra­bado todo, su mamá y sus her­manas me han golpeado porque el juez decretó la convivencia al principio en el domicilio de ella, y lo peor es que a pesar de que me golpearon y que repi­to lo tengo todo grabado, me denunciaron a mí como si yo hubiera sido el que las golpeó y me pusieron una orden de res­tricción de 90 días, y no podía ver a mi hija”, dijo en entrevista con Página 24.

Pero fue más allá: “Empe­zaron a pasar varios episodios de violencia en mi contra y me decretaron convivencias en el DIF y desde hace tres meses otorgaron a mis papás para que pudieran ir también, y a partir de ese momento ella dejó de asistir a las visitas y no ha pa­sado absolutamente nada, esto fue hace dos meses y medio y el juez está sentado en el caso, dictó una pensión alimenticia provisional de 10 mil pesos y yo pues me he endeudado y hasta he pedido prestado para poder cumplir, mis abogados me recomendaron que proce­diéramos de esta forma porque es la única manera de dar a co­nocer esto porque parece que no quiere escucharnos”, dijo.

Y es que a decir del dolido padre de familia, las cosas en el juzgado no han sido imparcia­les ni apegadas a la legalidad.

Sin su consentimiento, le per­mitieron a la madre de la niña renovar el pasaporte de la me­nor, la han sacado del país sin la autorización de él, y peor aún, teme por la posibilidad de que se lleven a su hija fuera del país, algo que significaría no volver a verla.

“Le autorizaron renovar el pasaporte a mi hija in mi au­torización, entonces n qué país vivimos, si no di mi autoriza­ción, el año pasado la sacaron del país (…) a mí me preocupa mucho porque esta mujer es ciudadana francesa también, y ella se acercó a la embajada para tratar de llevarse a mi hija y les dijo que yo estaba desapa­recido, y es mentira, y en la em­bajada le dijeron que llevara un acta en la que diga eso y pues claro que no pudo porque no estoy desaparecido, pero date cuenta de lo que puede pasar. Ahora, no sé ni dónde está mi hija y qué pasa con ella, no sé en qué escuela va mi hija, tengo dos meses que no la veo, mis papás la dejaron de ver cuando tenía ella un año”.

Aunque ya solicitaron con­forme a derecho que la mamá de la niña sea apercibida, mul­tada y que se apliquen otros medios de apremio para que acuda a llevar a la menor a las convivencias ordenadas por el juez, nada ha pasado.

Han tenido que recurrir una y otra vez a la justicia federal para que las cosas avancen al menos un poco en el juzgado cuarto de lo familiar, algo que motivó ya que interpusieran una queja contra el juez, del que esperan se excuse del caso, y que aquel juzgador al que lle­gue el asunto al fin proteja los derechos de su hija.