Hacen lo que quieren con el horario… y con las personas
Por Rafael Hernández Guízar
Pésimo servicio y tratos indignos proporcionan empleados de la Junta Especial número 17 Federal de Conciliación y Arbitraje con sede en Guadalajara.
Además de trabajar con mucha lentitud los empleados se niegan a prestar los servicios para los cuales cobran un salario a la federación, así lo constatamos nosotros al acudir a este sitio acompañando a un ciudadano que desde el 2020 exige justicia por un despido injustificado.
“No me quieren atender. No me quieren prestar mi expediente que porque no tienen tiempo y no tienen personal para poder dar ese servicio y quiere que venga otro día y así evento ya tres días seguidos y no me están ayudando y yo estoy muy desesperado ya no sé qué hacer”, dijo José Luis, un ciudadano que desesperado denunció el caso en la redacción de Página 24.
“No es justo. Ya me quedé hasta sin abogado porque no tenía para pagarle al abogado, porque tenía que darle mes a mes algo para que llevar a mi caso, y yo me quedé sin trabajo, por el tipo de empresa que es tuvimos que venir a esta institución a demandar, pero hasta creo que están conspirando los empleados para que las personas se cansen y dejemos los asuntos por la paz al ver que no camina, y vea, atienden a uno aquí muy mal, son muy groseros y muy déspotas”, agregó.
Nosotros mismos fuimos testigos de cómo el encargado del archivo se negó a prestar un expediente a una persona, asegurando que él atendía hasta las 12 del día, cuando su horario de salida es a las 3 de la tarde.
Al cuestionarle al respecto dijo: “Háganle como quieran, yo me tengo que ir, ahí díganle a la secretaria del presidente de la junta a ver si ella puede venir a prestárselos, yo ya me voy, no me puedo quedar”.
De inmediato preguntamos en la presidencia de la junta pero la respuesta fue la misma, que no podían hacer nada y que si queríamos información llegáramos más temprano porque aunque el horario de atención es hasta las tres de la tarde, no hay atención a nadie después de las 12.
Y lo peor del asunto, es que así como le sucede a José Luis, muchos otros ciudadanos pasan por lo mismo, malos tratos de funcionarios que se niegan a atender, a brindar un servicio por el que devengan un salario, aduciendo que no hay poder alguno que les obligue a ello.