Combinación de vecinos cochinos y autoridades omisas
Las autoridades tapatías deben poner atención al problema, y sancionar a quienes piensan que pueden dejar sus desechos donde se les antoje
Por Rafael Hernández Guízar
Un auténtico cochinero se vive en la calle Prosperidad, al oriente de Guadalajara.
Se trata de un basurero clandestino y en plena vía pública, pues en los cruces de Prosperidad y la calle Federación, la esquina se convirtió en el centro de acopio de desperdicios, muebles, llantas y hasta animales muertos, algo que es ocasionado por vecinos que no esperan a que pase el camión recolector de basura.
“Cochinos, eso son, unos cochinos, cómo voy a creer que dejen este desmadre, eso es de gente sin educación, ganas me darían de llevarles sus pinches bolsas de basura a su casa a ver qué sienten los cabrones (sic)”, dijo muy molesto uno de los vecinos entrevistados.
Y siguió: “No se puede ni pasar, y sabe qué, lo peor es que los han visto los policías con las bolsas de basura y no les dicen nada, digo, ¡por favor! Eso antes era motivo de que se los llevaran detenidos por cochinos, pero ya como que les vale madre a los policías y a los puercos de los vecinos que hacen esto porque qué les cuesta esperarse a que pase el carretón de la basura, yo lo hago, y si no pueden que por el trabajo o lo que sea, ah bueno, pues que la dejen afuera de su casa, pero afuera de su casa, no en la esquina haciendo este desmadre con perdón suyo”, indicó.
La problemática se ha denunciado en repetidas ocasiones al ayuntamiento, sin que haya respuesta de las autoridades.
Vecinos y comerciantes se dijeron hartos de que esto suceda, pues por más que han pedido a determinadas personas que dejen de practicar estos hábitos desaseados, la tendencia es la misma, sacar la basura y apilarla en la esquina.
“Ay joven pues qué le digo, da mucha tristeza la verdad, porque mire, le dice uno a la gente y le contestan bien feo, ya el otro día casi hasta me quería dar unas cachetadas una señora que ni vive aquí, vive como a dos cuadras y se le ocurre que aquí hay que dejar la basura, yo digo que no es justo porque luego hasta los perros las abren y es un reguero de basura aquí horrible”, indicó la señora Martha, otra de las vecinas entrevistadas.
Y el problema se agrava aún más con la presencia de indigentes que rompen las bolsas de basura y los desperdicios, quedan regados por la calle, por ello, pidieron tanto a la dirección de aseo púbico, como a la misma policía municipal poner solución a este conflicto.