La vivienda es para negocio: Diego Nápoles

Según especialista de la UdeG, cuando Enrique Alfaro fue regidor y luego alcalde de Tlajomulco, impulsó el desarrollo horizontal en la periferia, a un costo bajo para las inmobiliarias quienes construyeron en tierras ejidales; en Guadalajara estuvo detrás de “procesos de expulsión y de desplazamiento de la gente como en el barrio El Retiro, incluso en la misma colonia Americana”

Por Gloria Reza M.

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El doctor en Ciudad, Territorio y Sustentabilidad, Diego Nápoles Franco comenta en entrevista con Proceso que la modificación de los planes parciales de desarrollo urbano en 2016, inició el desarrollo de zonas céntricas emblemáticas, lo cual sólo trajo beneficio económico a inmobiliarias/ Foto: https://twitter.com/Secturjal/

(apro).- Con la modifica­ción de los planes parciales de desarrollo urbano en 2016, cuando el actual gobernador Enrique Alfaro fungió como alcalde de Guadalajara, inició la gentrificación y turistifica­ción de zonas céntricas em­blemáticas, lo cual sólo trajo beneficio económico a inmo­biliarias, lamenta el doctor en Ciudad, Territorio y Sus­tentabilidad, Diego Nápoles Franco.

Cita los casos de las colo­nias Americana, la Moderna e incluso los barrios que se ubican a lo largo del Paseo Alcalde, en pleno centro his­tórico donde tras largos años de abandono en cuestión de mantenimiento urbano y en seguridad, la autoridad ape­nas modificó el entorno.

El especialista destaca que una vez que la gente decide emigrar de esas zonas princi­palmente por motivos de in­seguridad, la autoridad hace grandes inversiones, y le abo­na a la turistificación.

En consecuencia, encare­ce el valor del suelo, y para los colonos “empieza a ser costoso vivir allí y entonces se empiezan a ir”, apunta.

“La vivienda que se está proponiendo no es accesible, la vivienda es para el negocio, incluso en sus espectaculares te lo dicen ‘para que inviertas y vivas de tus rentas’”, refiere.

Prosigue: “Entonces es evidente que la propuesta es  para negocio, no es para habi­tar, no es para el habitante del barrio tradicional, o no es para los que en algún momento se fueron y volverlos a traer”.

Refiere que estudios de­muestran “que hay una so­breoferta de vivienda. Es decir, en teoría no necesitaría­mos vivienda, ya la hay, pero lo que están haciendo es crear una burbuja inmobiliaria”.

Diego Nápoles recuerda que cuando Enrique Alfaro estuvo de regidor y después como alcalde de Tlajomulco de Zúñiga impulsó el desarro­llo horizontal en la periferia, a un costo bajo para las inmo­biliarias quienes construyeron en tierras ejidales.

Alfaro ahora está detrás de “procesos de gentrifica­ción, es decir de expulsión y de desplazamiento de la gente como en el barrio El Retiro, incluso en la misma colonia Americana”.

Un caso de estudio que realizó Diego Nápoles fue en la colonia Americana (tam­bién conocida como Lafayet­te), sitio clasificado por la re­vista Time Out como el barrio cool de 2022.

Los testimonios de veci­nos recogidos por el especia­lista concuerdan que la colo­nia Americana es insegura, sus quejas son desoídas por la autoridad; en consecuencia la gente emigra, los desarrolla­dores inmobiliarios compran casas baratas, las destruyen y venden departamentos lu­josos.

En la colonia Americana, previo a que se modificaran los planes parciales de desa­rrollo en 2016, justo en la ad­ministración de Alfaro, se ca­minaba por la calles sin temor a ser asaltado, y se apreciaban las fincas con valor artístico y patrimonial.

Hoy se observa varios de­sarrollos verticales, con edifi­cios que rebasan la altura de la glorieta de Los Niños Héroes, en los principales corredores de la zona.

Aunque la normativa es­pecifica que no se pueden levantar edificios de más de cuatro niveles, en el cruce de las calles Colonias y Guada­lupe Zuno hay uno de más de 10 pisos.

Pese a que los vecinos pro­testaron e interpusieron una demanda ante la Procuradu­ría Urbana no obtuvieron una respuesta positiva, incluso ya se oferta la vivienda.

Otra problemática que viven los vecinos es la proli­feración de bares, cafeterías y restaurantes que provocan ruido constante, inseguridad y venta de drogas.

Diego Nápoles refiere que “con el afán de seguir ven­diendo y de posicionarse en el mercado”, a la colonia Ame­ricana se le promueve a nivel local e internacional como un polígono atractivo al contar con redes de transporte pú­blico, un andador, patrimonio arquitectónico, sitios de ame­nidad y ubicación céntrica.

“Lo que vemos entonces es una turistificación, es de­cir, se recurre a un valor ex­ponencial, y te vendes hacia el exterior, y los primeros que van llegar ahí son los extran­jeros, y ya los vemos”, señala el investigador.

Vaticina que ante la falta de una política pública se per­derá la identidad colectiva y las fincas patrimoniales de la colonia Americana.