Compran ropa interior de color para atraer “buenas vibras”

Por Elizabeth Ríos Chavarría

Ropa interior amarilla o roja para atraer el dinero o el amor, meterse debajo de la mesa, tirar sal y ba­rrer hacia afuera, romper platos, comer las 12 uvas o hasta prender velas para alejar las malas vibras, son algunos de los rituales que ciudadanos ya tienen pre­parados para despedir del 2022 y recibir el Año Nue­vo con la esperanza de un mejor porvenir.

A vísperas de los fes­tejos por la Nochevieja, tapatíos platicaron al­gunas de las actividades con las que, ya sea solos o acompañados, esperan despedir un año y darle la bienvenida a otro. Con rituales tradicionales y otros no tanto, lo cierto es que el deseo de la mayo­ría siempre es el mismo: atraer amor, alejar ne­gatividades, estar mejor económicamente y sobre todo tener mucha salud.

“A veces uno se lo toma a broma pero con estos años, la pandemia y demás, no está de más hacer algo para empezar con todo el año (…). La ropa interior de colores es la más común, mis hermanas sobre todo lo hacen mucho, yo creo que haré lo mismo, será la amarilla para la solvencia económica”, refirió Mayra Guadalupe.

Aunque el rojo en la ropa interior está relaciona­do con el amor, lo cierto es que quienes platicaron para Página 24 refirieron es­tar más enfocados en tener mayor prosperidad o tener salud.

“Es que sin salud ¿luego qué tienes? Siempre se pide salud. Nosotros no somos de rituales así que barrer la sala o que las maletas, no, con las uvas nos prepara­mos y con eso deseamos y esperamos que el siguiente año siempre venga mejor y que estemos todos de nue­vo reunidos en familia”, agregó Brenda Isela.

En algunos rituales no tan comunes, algunos ha­blaron de vestirse de blan­co el 31 para atraer energía positiva, en tanto que otros más detallaron la costum­bre de romper algún plato viejo o incluso de acciones más sencillas como lim­piar la casa para empezar de nuevo y con las mejores actitudes.

“Lavar todo. Ya sabes, cambiar las cobijas de las camas y poner unas lim­pias, tener todo ordenado, barrido y trapeado ese día para recibir el Año Nuevo como se debe, sin nada, sin ataduras y deseando siem­pre que el futuro venga mejor”, añadió por su parte Elizabeth Madrigal.