Inseguridad a tope en el primer cuadro de la capital
De acuerdo con información de la FGE, la zona centro de Guadalajara es el lugar más peligroso de la zona metropolitana; de hecho, encabeza la lista de zonas donde hay más de estos ilícitos
Por Rafael Hernández Guízar
Vecinos del centro de Guadalajara se quejaron de los robos constantes de automóviles que se dan con total impunidad.
Avecindados del primer cuadro tapatío lamentaron que es en esta zona donde debería de haber más vigilancia ya que está ubicada la presidencia municipal, el congreso del estado, hasta le supremo Tribunal de Justicia, pero en los hechos, la inseguridad es enorme y los robos constantes.
“Pues la verdad es que no, aunque pase la patrulla es como si no pasara, no nos cuidan, y luego se supone que hay cámaras y que han invertido no sé cuántos millones en esas cosas y no sirven de nada”, dijo muy enojado uno de los vecinos entrevistados ayer por Página 24.
Y siguió: “Aquí por la de Santa Mónica, por la de Pedro Loza, por la de Ocampo, por casi todas está igual de mal, y luego nos da mucho coraje que pasa la patrulla y no hacen nada, no sirve eso así, a mí van tres veces que me abren el carro y que se llevan la computadora, el estéreo, la batería, ya de plano estoy pensando mejor en vender el carro y moverme a ver cómo, no vendo la casa porque es lo que tengo”, agregó.
De acuerdo con información de la Fiscalía General del Estado (FGE), la zona centro de Guadalajara es el lugar más peligroso de la zona metropolitana; de hecho, encabeza la lista de lugares donde hay más robos, pues en lo que fue del 2022 a la fecha se han registrado 156 robos de automóviles.
De hecho, la colonia donde había más robos de este tipo era la colonia Americana, pero en los últimos meses cambió drásticamente, incluso el centro ocupó la primera posición en las estadísticas.
Le sigue la colonia Ladrón de Guevara, la Villaseñor, la Del Sur, y luego entonces, la colonia Americana.
A decir de los vecinos de la zona, es muy decepcionante que las cámaras de video vigilancia que se han puesto no han servido para aminorar la comisión de delitos. Incluso, en muchas de las ocasiones, no han servido las grabaciones para demostrar quienes fueron los rateros que se llevaron los automotores.